Que vivimos en una época convulsa económicamente es algo que no pasa desapercibido para nadie, pero lo que llama mucho la atención es la escasa convicción que tiene la mayoría de la población de ser o pertenecer a una clase social cuya economía no es que sea convulsa, es que es inexistente o realmente precaria. Existe la errónea concepción de que la mayoría de personas que conforman nuestra sociedad pertenecen a una clase media que realmente casi no existe. Hace unos años, la división de clase media-alta, clase media-baja aún podía tratar de explicar las distintas capas sociales que se iban agolpando en nuestro país como una especie de milhojas, pero tras la crisis de 2008 y los recortes sociales y laborales de las políticas del gobierno, esa clase social, aunque ellos mismos no se reconozcan, prácticamente, ha desaparecido.
Clase media es solo aquella que vive tras la clase alta, formada por los que viven de sus rentas y patrimonio
La clase media es, según definición, aquella clase social situada justo por debajo de la clase alta, que es el estrato social que puede vivir de sus rentas, es decir, sin trabajar. Por tanto, podríamos decir que la clase media está situada entre la clase trabajadora y esa clase alta, dividiéndose a su vez en dos grupos, la llamada pequeña burguesía y los gestores o personas que, aun teniendo trabajo, están situadas muy por encima de la media, lo que vendría a ser el hecho de tener unos ingresos situados entre los 35.000 y los 60.000€ anuales. En economía, por tanto, se considera que a una persona con unos ingresos de 35.000€ no se la puede considerar clase media...
Según Esteban Hernández, de El Confidencial, "la clase media encarna valores caducos, su mentalidad es retrógrada y vota a la derecha. Son un grupo de gente que en su momento lo tuvo más fácil, a quienes las cosas les fueron bien y ahora se niegan al cambio. Sus herederos mantienen esas mismas actitudes aunque ya nada sea fácil y no alcancen la solvencia económica de los padres".
Tampoco quieren que nada cambie: quien trabajos estables, Seguridad Social gratuita y un buen funcionamiento de las instituciones públicas. Quieren que sus hijos sigan acatando las misma tradiciones y formatos, siempre valorando la familia como base social y tratando de no aventurarse lejos de aquello que conocen.
"Por eso quizá, están en contra de la inmigración y critican todo tipo de novedades sociales o políticas"
Que la clase trabajadora se crea clase media haciendo acopio de sus valores más conservadores explica el giro a la derecha que ha tomado el país
Quizás también, ese mismo pensamiento caduco sea el que posee la enorme masa de clase trabajadora cuyo concepto de sí mismos es pertenecer a la clase media, haciendo desaparecer la conciencia de clase entre trabajadores e incrementando el voto a la derecha más reaccionaria, porque, seamos francos, cualquier trabajador, por tener casa y coche, todo pagado a plazos y con hipoteca, obviamente, y poseer de una pantalla de plasma o darse el lujo de cenar dos sábados al mes en algún restaurante, ya se considera así mismo clase media, y como tal, vota y piensa en consecuencia.
No se le pasa por el pensamiento la peregrina idea de que, aunque no quiera, pertenece a la clase trabajadora, quizá a una más favorecida y alejada de la pobreza, desde luego, pero clase trabajadora al fin y al cabo y lo que él identifica como rasgos económicos de clase, no son más que un bienestar social proporcional al salario que percibe.
El 20% de los que se consideran clase media lo pasan mal para llegar a fin de mes
El salario medio en España está situado entre los 13.573 y los 36.195€. El 20% de las personas que se consideran clase media tienen dificultades para llegar a fin de mes. A un 28% le resulta difícil afrontar un gasto imprevisto. El encarecimiento de la vivienda, tanto en compra como en alquiler, hace que el 32´8% del presupuesto familiar vaya destinado a pagar la hipoteca o la renta mensual.
Según el coeficiente de Gimi, que mide las desigualdades de forma estadística, cada vez hay más pobres en España, solo que estos no tienen conciencia de serlo. De hecho, hay un 62% de personas en este país que se consideran clase media, aunque según un informa de CaixaBank, en realidad solo un 59% puede considerarse como tal.
Según los datos de la Global Wealth Databook, la clase media real ocuparía al 20% de la población que está situada detrás de ese 10% de los más ricos. El resto es considerada clase trabajadora y cuanto más bajamos en la lista, ya encontramos a la clase trabajadora precaria y por último a aquellos que viven rozando el umbral de la pobreza.
Sin duda, el hecho de que cada vez hay más gente que se considere clase media siendo personas que ni siquiera llegan a fin de mes o que tienen dificultades hasta para cambiar un electrodoméstico, pagar un recibo de la luz o permitirse el lujo de ir al dentista, habla de la escasísima cultura y conciencia de clase que poseemos como sociedad.
Quizá si la mediocridad de los políticos y sus constantes usos partidarios de la educación y las comunicaciones en donde el pensamiento crítico y la historia parecen estar abolidos, podríamos recuperar un poco de esa conciencia que tuvieron nuestros abuelos y reconquistar aquellos derechos que ellos conquistaron y que nosotros nos hemos dejado robar por mor de una crisis de la que las clases pudientes han salido más enriquecidas y los demás cada vez más precarios