Las empresas han puesto su atención y enfoque en la contratación de personas que tengan habilidades emocionales. No le están prestando mucha importancia a los conocimientos o títulos obtenidos, lo que en realidad buscan es una persona que pueda ponerse en los zapatos de los demás, sepa comunicarse, relacionarse en público y con todo su equipo de trabajo.
Las empresas grandes como Google requieren corazones inteligentes
Google después de hacer una revisión notó que sus gerentes más productivos fueron aquellos que sabían hablar en público, y se encargaban de realizar capacitaciones, se interesaban en su equipo de trabajo y eran eficaces compartiendo toda su información, de esta manera se dieron cuenta que el reclutamiento de personal debía hacerse teniendo en cuenta todo lo anteriormente mencionado.
Teniendo presente al psicólogo estadounidense Howard Gardner, podemos hablar de dos tipos: inteligencia interpersonal e intrapersonal. Explicando la primera nos dice que es cuando conectamos adecuadamente con el otro y podemos sentir lo que él otro siente, entrándonos literalmente en la piel de la otra persona, cualidad de los grandes líderes.
La inteligencia intrapersonal es cuando el individuo maneja su mundo interior, su autoconocimiento, amor propio, regula sus emociones y acciones. Esta es la que se requiere para los empleados de hoy.
Tener Inteligencia emocional mejora los rendimientos académicos
Los estudiantes que recibieron formación en inteligencia emocional se vieron altamente beneficiados con un nivel superior en sus calificaciones, al mismo tiempo que les ayudó a ganar mejores conductas sociales.
Les permitió desarrollar acciones importantes para la vida diaria, tales como: el poder solucionar problemas de la manera más ágil sin perder el control de sus emociones.
Saber operar las emociones es uno de los pasos que le llevan a una persona a ser un líder exitoso, de esta manera puede tomar el control de su vida, gestionando de manera positiva lo que siente a cada momento, como el miedo, la angustia, la frustración, ansiedad, lo pueden llevar a tomar las mejores decisiones para alcanzar el éxito en todos los ámbitos de la vida.
La razón siempre es más poderosa que la emoción.
La razón es el capitán del barco, la encargada de generar todas las emociones en el cuerpo humano, cuando los pensamientos son positivos las emociones son positivas, y viceversa, cuando los pensamientos son negativos las emociones son negativas, saber vigilar los pensamientos y enfocarlos siempre en lo positivo de las situaciones diarias nos da como resultado: inteligencia emocional.
El pensamiento es el generador de las emociones, cuando se cambia el pensamiento se cambia la emoción, la clave está en tener a la razón siempre ocupada en pensamientos positivos, para que las acciones sean acordes a lo que sí queremos. Todo este poder siempre está en nuestras manos para proporcionarnos bienestar en la vida.