¿Estás preocupado por tu hijo después de que él o ella ha experimentado un evento estresante o traumático? cuando esto pase, es posible que veas algunos cambios en su comportamiento que afecten sus actividades cotidianas. Puedes notar que está empezando a dormir hasta tarde, falta a la escuela o está empezando a saltearse las comidas. Por esas razones, a tu hijo a menudo le puede resultar difícil lidiar con el estrés y el trauma. Por lo tanto, cuando eres padre y no sabes qué hacer en este momento angustioso, estas son las maneras efectivas de ayudar a tu hijo a lidiar con el trauma y el estrés emocional, después de un asalto:

1. Quédate con una rutina normal y determina las situaciones que desencadenan el trauma

Si tu hijo ha experimentado un evento estresante y traumático, ayudalo a mantener una rutina para que tenga una sensación de estabilidad y apoyo.

  • Ayuda a tu hijo a levantarse temprano y a comer regularmente mientras le permites participar en actividades escolares habituales. Establecer y mantener una buena rutina puede ayudar a tu hijo a largo plazo.
  • Intenta identificar los factores desencadenantes del trauma que hacen que tu hijo esté ansioso. Presta mucha atención a cómo responde a lo que dices y haces, y habla con él cuando notes su ansiedad.
  • Debes estar atento al patrón de comportamientos y emociones de tu hijo. A partir de ahí, puedes mantener un entorno que no provoque recuerdos traumáticos para que la curación funcione sin problemas.

2. Se receptivo con tu hijo y no reacciones tanto como sea posible

Tu hijo necesita un padre receptivo.

No reacciones ante sus respuestas agresivas.

  • Durante una situación traumática, es mejor que sepas las cosas que hacen enojar a tu hijo. Un ejemplo de esto es cuando lo observas por demasiado tiempo, puede desencadenar emociones y comportamientos negativos, y si esto sucede, no muestres ninguna reacción adversa.
  • Reconoce los sentimientos de tu hijo y disminuye el tono de tu voz cuando hables con él. Mantén a tu hijo calmado y no lo invites a ninguna acción que pueda provocar estallidos.

3. Asegúrate de estar presente emocional y físicamente

Es difícil para un padre o madre ver a su hijo sufrir en medio de un estrés emocional.

De hecho, es un largo proceso de curación que debe seguir hasta la recuperación total.

  • Pasa tiempo con tu hijo, bríndale la atención y la comodidad que necesita. Asegúrate de estar siempre disponible.
  • Brindale abrazos extras y palabras reconfortantes para que tu hijo sienta que todavía está allí para brindarle apoyo.

5. Observa y escucha

No es necesario que hables para que tu hijo reconozca tu presencia.

  • Se observador del cambio repentino de comportamiento de tu hijo.
  • Evalúa si esos cambios ocurren con más frecuencia que antes, como dificultad para dormir y comer, e incluso el aislamiento. Es bueno que estés siempre alerta para garantizar la recuperación del niño.
  • No obligues a tu hijo a que se exprese después del asalto, ya que podría necesitar algún tiempo para procesarlo y aceptar el evento traumático.
  • Cuando estén listos, explícale a tu hijo que lo que siente es normal, después de una experiencia traumática.
  • Tampoco des por sentado las reacciones del niño. Tómalo en serio y solo proporciona la información correcta sobre la situación inquietante.