El ideal de belleza femenino en nuestra sociedad está marcado, dictado y dirigido por varios agentes sociales: la industria de la moda, la publicidad, el cine y los medios de comunicación. Éstos nos venden y muestran un a Belleza inalcanzable e irreal, que se basa en dos pilares: la juventud y la delgadez como modelo de perfección, éxito y felicidad.

Es decir, todo lo que se salga de este cuerpo " modelo", se descarta y no sirve. Lo cual, a su vez, genera problemas de autoestima, la no aceptación, la manipulación del cuerpo a través de cirugía Estética o incluso problemas de transtornos de la conducta alimentaria (TCA).

Agentes generadores del patrón de belleza.

  • La moda: en las grandes pasarelas, las modelos que se venden como ideal de belleza, son extremadamente delgadas y altas. De hecho, se someten a duras/insanas dietas y fuertes sesiones de deporte para conseguir encajar en el patrón impuesto. Un claro ejemplo de ello son las modelos de Victoria´s Secret, que en sus redes sociales hacen gala de ello y publican sus resultados como triunfos.

Por tanto, tener una talla cuarenta en este mundo, implica ser modelo curvi y destinar tú carrera hacia "tallas grandes ". Cuando,en realidad representan a la mayoría de los cuerpos femeninos.

  • La publicidad: como tal, la publicidad vende un producto o una marca y , para ello, utiliza mujeres que se encuadran en dicho patrón. En este sentido, es muy común ver a mujeres jóvenes y delgadas vendiendo dietas, cremas antiarrugas, maquillajes... Las mujeres con un peso normal se descartan y las mujeres de unos cuarenta años suelen vender productos de limpieza y en menor medida productos de belleza.

A todo ello se suma la técnica del Photoshop, que borra aquello que no es "agradable" en el cuerpo femenino: ojeras, arrugas, celulitis, estrías...

Y pone lo que si es: pecho, ojos grandes, vientre plano...

  • El cine: a menudo los personajes femeninos protagonistas (cuando lo son), son jóvenes y delgadas. Mientras que "las gordas" suelen copar los papeles secundarios y graciosos. A ello, se suma el handicap de la edad, pues las actrices maduras empiezan a tener menos papeles a partir de los cuarenta años y los personajes propios de su edad son dados a actrices de veinte o treinta años.
  • Medios de comunicación: a veces, la prensa destaca " los defectos físicos" de las mujeres ( estrías, tripa, celulitis...) como algo desagradable para la vista. Creando un mensaje humillante y muy peligroso para la población adolescente.

Igualmente, en las grandes galas del cine, es curioso cómo la mayoría de preguntas dirigidas hacia ellas son sobre los vestidos, zapatos o joyas que llevan e ,incluso, al día siguiente se hacen listas de las mejores o peores vestidas.

Sin que en muchos casos, se hable de los premios o su trabajo en sí. Por otro lado, muchas reconocen como los días antes a las galas se someten a dietas o tratamientos de belleza para después lucir "bellas" en las galas.

¿Por qué las mujeres?

Tradicionalmente, la idea de feminidad se ha ligado a la estética y el rol que se ha construido en torno a la figura femenina es el de la perfección física, ser atractiva para el hombre o estar bella para él.

Con el tiempo, a esa idea se ha unido el concepto de éxito y felicidad, lo cual puede conllevar frustración por no conseguir ese cuerpo diez o problemas de autoestima por no ser válida. Es lo que se conoce como presión social o cosificación de la corporalidad femenina.