Según la manada, hubo consentimiento o que al menos la joven no presentó resistencia. Curioso análisis y valoración de los hechos por parte de los abogados de los acusados, que parecen basar su estrategia en poner el foco mediático ( y jurídico) sobre la presunta víctima.

La defensa de "la Manada" alega consentimiento

No quiero desde aquí obviar algo fundamental del sistema de derecho como es la presunción de inocencia. Pero lo que no es permisible es que se utilice una perspectiva machista y sesgada sobre la persona a la que, a priori, el sistema intenta proteger.

Se ha hablado de la actitud de la joven posterior a la supuesta agresión y de sus posibles tendencias sexuales, cómo síntoma evidente de que iba buscando guerra. Una vez más, la culpa es de la mujer. Cómo cuando no ha limpiado bien y su amado esposo ha de educarla. O como cuando sale vestida de falda o pantalón corto. Todos y todas sabemos que eso es un cartel que reza "soy fácil y lo sabes. Cuando digo no, quiero decir sí".

Me sorprende que las playas del mundo no sean una bacanal constante y brutal donde se entremezclan cuerpos humanos y peces espada. Al fin y al cabo, ahí todos pedimos guerra y nunca he visto a un pez con jersey.

Guerra sucia al feminismo

Y es que sí, así es cómo viene respondiendo , de forma más o menos consciente, el Machismo en los últimos años.

O al menos hasta dónde podemos saber. Pero sí es cierto que los casos de éste tipo vienen produciéndose en todo el mundo desde hace unos años de manera viral. Y tienden a tener un patrón común : la culpable es ella. ¿Culpable de ser mujer? Parece ser que el hombre es incapaz de perdonar el mordisco a la manzana. Pero ya no cuenta con un sistema que le avale, al menos en el primer mundo (caso aparte es la situación de las mujeres en los países subdesarrollados) .

El problema de base es de origen kantiano. Tratar a las personas como medios para alcanzar un fin, y no como un fin en sí mismo. En esas estamos. Ante el afloramiento de movimientos que reivindiquen cualquier tipo de libertad o clamen por igualdad, el hombre, que ve en peligro su estatus de dueño y señor de este mundo, ha de actuar.

No puede permitirse el hacerlo de modo público, ya que tiene una madre, en primer lugar, y será inevitablemente puesto en su lugar por la opinión pública. Pero sabe que tiene que hacer valer sus derechos, es heredero de una larga tradición, es casi folklore. ¡Demasiada pérdida social fue la abolición del matrimonio por rapto propio de pueblos paleolíticos!

De modo que la mejor respuesta posible es generar brigadas privadas que defiendan los intereses del hombre. Hacía falta ya un grupo de respuesta rápida contra esta ola de feminización y sensibilización de la sociedad. Y que está claro que una mujer no sabe lo que quiere, pero por suerte hay cinco hombres detrás que se lo pueden decir. Así pues, mujeres, dadnos gracias por guiaros en vuestro camino y entended que si vamos de cinco en cinco no es porque no nos sintamos capaces de ofreceros algo interesante como individuo sino que conocemos vuestros más oscuros deseos y vamos a haceros el regalo de vuestra vida, algo que nunca podréis olvidar.

Espero que se entienda mi ironía.

Justicia o igualdad = paradoja

Habiéndome posicionado siempre a favor de la igualdad , mis congéneres me demuestran que va a ser éste un ideal demasiado utópico. Temo que sólo se puede atacar esto desde la justicia. Y cuando alcancemos el estado más cercano posible a la plena justicia social, hablaremos de igualdad. Pero hasta que no desaparezca este pensamiento misógino androcéntrico con el comportamiento que conlleva, no podemos permitirnos tratar de buscar una igualdad real. Las brigadas no lo permitirán. Ellos están ahí para defendernos.

Gracias por permitirme conservar mi estatus de macho, aún siendo a costa de vuestro estatus de persona. O de animal. O de basura.