Ha llegado el momento de que, tanto las acusaciones como las defensas, expongan sus alegatos finales. El juicio a La Manada llega a su fin, el martes quedará visto para sentencia.
Han sido 10 días en los que la sala 102 de los Tribunales de Pamplona se han blindado para proteger la identidad de la supuesta víctima. La joven madrileña que, cuando ocurrieron los hechos que denuncia, tenía 18 años ha declarado durante 4 horas, dos días después de iniciado el juicio.
Los 5 amigos, integrantes del grupo La Manada, como ellos mismos se hacían llamar, se han declarado inocentes, sosteniendo todos que fue una relación consentida.
Los acusados escucharán, este lunes, las conclusiones de la Fiscalía y los alegatos finales. El turno de última palabra es una parte importante, se estima que tres de los cinco acusados hagan uso de ella. Los especialistas consideran que, en este caso, la última palabra no ayudaría los jóvenes sevillanos.
"Son absolutamente inocentes y eso quedará demostrado" sostiene uno de los letrados de La Manada. La joven no estará presente, tampoco su familia, en cambio sí lo harán los allegados de los acusados.
Uno de los principales argumentos de la defensa es remarcar que la supuesta víctima no opuso resistencia. Durante el juicio se ha podido visualizar 7 vídeos de escasos segundos, en donde según el abogado defensor es evidente esta situación.
Sin embargo, la acusación y varios peritos, sostienen que la joven entró en estado se shock y por eso no pudo resistirse.
La joven tenía 0,91 de alcohol en sangre al momento de hacer la denuncia, en julio del año pasado. La supuesta víctima declaró en un primer momento que 4 hombres la habían sometido sexualmente, la defensa alega que desde el primer testimonio de la muchacha, ha habido cambios y contradicciones, mientras que la ley contempla que el relato de una víctima puede modificarse en hechos menores, no en lo central y específico.
La madrugada del 7 de julio del 2016, la presunta víctima se dirigía al coche en el que pensaba dormir con un amigo. Gracias a las cámaras de seguridad ubicadas en la ciudad pudo reconstruirse el recorrido de la mujer y los 5 hombres. Sobre las 2:50 de la mañana uno de ellos se encuentra, en la Plaza del Castillo, con la joven de 18 años.
Las mismas cámaras registran como los 6 se dirigen hacia uno de los bares de la zona. En el trayecto y sin que la joven lo sospeche, le preguntan al conserje del hotel Europa de Pamplona si tiene una habitación disponible, por algunas horas. Al parecer le habrían comunicado su intención de estar con la mujer solamente un corto período de tiempo. La mujer no habría podido escuchar la conversación entre el portero y los hombres que solicitaban la habitación, porque estaba en la acera con otro de los acusados.
Durante todo este tiempo, los 5 acusados han sostenido que en todo momento se trato de algo acordado por todos. La joven, en cambio, sostiene que en todo momento creyó que la estaban acompañando hasta el vehículo.
Según el testimonio que la presunta víctima brinda, dos de los amigos la cogen por los brazos y la ingresan en un portal. Lo que ocurre allí, en la sala de luces, un cubículo de 2.73 mts de largo por 1.02 mts de ancho, es clave para resolver el juicio. Casi 18 minutos están dentro del edificio, luego los integrantes de La Manada, le roban el móvil y se marchan.
La defensa sostiene que la joven presenta la denuncia por la forma en la que los 5 amigos abandonan el lugar. La chica, sin embargo es captada por las cámaras sentada en posición fetal en un banco cercano al portal. Allí, una pareja, que también ha declarado, la encuentran llorando y dan parte a la policía.