La guerra civil: Arabia Saudí y Yemen
25 de marzo de 2015: comienza la Guerra Civil entre Arabia Saudí y Yemen. Esa madrugada, se inician los bombardeos sobre Yemen. Los motivos: partiendo de la base de que no hay motivos para una guerra, son el liderazgo de Oriente Próximo y el control sobre el petróleo.
¿Las consecuencias? En junio de 2017, la ONU estimaba que la cifra de muertos rondaba ya los 15.000 mientras que eran cinco los millones de personas que habían sido obligadas a huir del país.
Según la OMS, el hambre y las enfermedades se han convertido en aliados de Arabia para acabar con la población yemení.
Es una guerra silenciada, que parece no existir Guerra oculta Yemen.. Una guerra en la que los periodistas no pueden acceder a la zona de conflicto. De tal forma que el desconocimiento es de grandes dimensiones.
Arabia Saudí es, junto a Irak, uno de los mayores clientes en el mercado de armas. Y ¿cómo no? España, es quizás, su mejor vendedor. Según el Informe de la Secretaría de Estado de Comercio, nuestro país ha vendido unos 16 millones a Arabia Saudí mientras que se cifra en 52,7 millones las ventas a Irak.
Una absoluta barbaridad, que no impide que nuestros gobernantes se pongan los primeros en las manifestaciones cuando el terrorismo se asienta en nuestras fronteras. Pero, me pregunto, ¿si vendemos armas qué creemos que nos van a devolver?
España y el rechazo a abandonar la venta de armas
El martes, se debatía en el Congreso la posibilidad de vetar la venta de armas a países que, como los ya citados, utilizan para cometer actos violentos en otras fronteras. Un inciso, lo de “actos violentos” no es más que un eufemismo. Pues, no me cabe duda, de que en la mayoría de los casos de guerras, se puede hablar de crímenes de humanidad. Pero a algunos les gusta jugar con las palabras.
La propuesta ha sido rechazada por PP, PSOE y C's, si bien es cierto que han salido adelante algunos puntos que, sin acabar ni de lejos con la venta de armas, pueden reducirla.
Estas propuestas son:
1- No calificar la venta de armas a otros países bajo la Ley de Secretos Oficiales.
2- A partir de 2018, las estadísticas en venta de armas han de publicarse cada tres meses y no con carácter semestral, tal y como se estaba haciendo hasta ahora.
3- Informar de todas aquellas ventas superiores a 10 millones de euros. Hasta ahora la obligación recae en informar de aquellas superiores a 100 millones de euros.
¿Creéis que es un paso adelante? No. Puede parecerlo, pero no. Lo conseguido en el Congreso hoy, realmente, se aleja mucho de las propuestas iniciales de determinados partidos políticos, como Podemos o ERC, que aspiraban a suspender los contratos ya en vigor o establecer la prohibición de firmar nuevos contratos. Pero nada más lejos de la realidad.
El mercado de las armas: un negocio redondo
Los fabricantes de armas, como regla general, son entidades privadas pero, en muchos casos, financiadas por el Estado. Nuestro dinero sirve para cometer atrocidades según en qué países.
Es un negocio redondo. Su mayor y más reciente caída, data del año 2012 y ¡agárrense! : la caída es del 1%. El mayor fabricante de armas, Lookheed Martín, ingresa al año una cuantía aproximada de 34 millones de euros, cifra muy superior al PIB de muchos países, según recoge Lamarea.com. La guerra es un negocio magnifico para unos cuantos, pues la sangre de otros es el alimento para sus cuentas corrientes.
En el año 2015, ElDiario.es, recogió un artículo que decía, algo así: "los refugiados vienen y las armas van" Retorno desplazados. Creo que poco más hay que añadir a esta conclusión.