En la cultura griega, Platón hablaba de la enfermedad del alma como un tema fundamental para la educación. Así es como la gimnasia y la música eran deportes para ejercitar el cuerpo que alojaba el alma, de allí la importancia de entrenarlo y mantenerlo sano. Pero para los griegos, el cuerpo no era simplemente un objeto perceptible por los sentidos. Una idea que posteriormente tomó el cristianismo, sino que guardaba dentro de sí un cúmulo de complejidades. Los filósofos eran los más ávidos de conocer el alma partiendo de ese mundo interno del que estaba compuesto el cuerpo humano.
De modo que pensaban que cada vez que el cuerpo se enfermaba había algo dentro de sí que lo incitaba. Ese algo no podía ser otra cosa que el alma, pero no el alma en sí misma, sino un alma también enferma.
Origen del concepto de enfermedad del alma
Esta relación cuerpo y enfermedad del alma la menciona Sócrates en el Carmides de Platón, este alude a la importancia de curar primero al alma en vez de al cuerpo, puesto que de aquella “fluyen todos los males y bienes del cuerpo y del hombre en general, e influye sobre el resto como el estado de la cabeza influye en el de los ojos”. De manera que, cuando el cuerpo enferme primero se debe atender los padecimientos del alma. Ahora habría que preguntarse de qué modo se manifiestan tales sufrimientos en el alma y cómo se relacionan con el cuerpo.
La enfermedad del alma asociada a la justicia e injusticia humana
En el Gorgias, Platón propone que, tanto la justicia como la injusticia se encuentran en el alma de cada persona. Por otro lado, equipara la primera con el bien y la segunda con el mal. Asimismo, asocia la justicia o el bien con la salud, mientras que la injusticia o mal con la enfermedad.
Entonces se dice que para que el alma enferme debe estar cargada de injusticias, y de otros males afines como la ignorancia y la cobardía. Según Platón, los trastornos del alma son el mayor de los males. Cuando el alma se enferma sus dolencias se manifiestan a través del cuerpo, a esa reacción del alma en el cuerpo es lo que se llama enfermedad.
Y por tanto, esta es la razón por la que se habla de enfermedad del alma. Esto puede apreciarse, por ejemplo, en aquellas personas que somatizan sus problemas emocionales y son referidas a un psicólogo o psiquiatra.
Lo que dice la psicología hoy en día sobre la enfermedad del alma
En cuanto a la enfermedad del alma, la psicología moderna en muchos casos toma en consideración esta correlación cuerpo - alma. Incluso la medicina en general lo hace. Pues un ejemplo que muestra esto es el hecho de transformar problemas psíquicos en problemas físicos. Una angustia existencial, o un sentimiento de pérdida o carencia, o problemas depresivos pueden desencadenar dolencias graves en el cuerpo. De hecho, se puede suponer que varían su intensidad de acuerdo al malestar o inquietud que haya en la mente del individuo.
Entiéndase por mente lo mismo que alma.
En el libro VIII de La República, Platón alude nuevamente a las Enfermedades del alma comparadas con la degeneración de los tipos de gobierno. Además corrobora que los males del alma son la injusticia, la inmoderación, la cobardía, y la ignorancia. Por otro lado, atribuye a cada tipo de gobierno un tipo de alma. Según sea el alma del hombre que gobierna igual será su forma de gobernar. A partir de esta premisa, Platón enumera los tipos de gobiernos, donde la aristocracia recibe todos los elogios. Teniendo en cuenta esta información sería prudente pensar que existe una medicina natural para cualquier enfermedad, solo habría que estar atentos a lo que el alma comunica para acudir a su llamado.