Para Platón un gobernador justo es aquel que conoce la idea de Justicia y Bien, para ello debe ser educado en la filosofía. Para ser educado en la filosofía Platón piensa que nuestra alma debe situarse en el mundo de las Ideas para conocer las cosas en sí. El gobernador justo y bueno para Platón es el filosofo, ya que es el que ha sido educado para conocer el bien y obrar justamente.
En la época en la que vivía Platón, los gobernadores estaban educados por los sofistas, estos les enseñaban a engañar con sus palabras a la población dando discursos.
Los gobernadores en esta época solo se dedicaban a ello por la ambición de poder y honores. Platón se dio cuenta de que no estaba en una política justa cuando juzgaron y condenaron a su maestro Sócrates. Y debido a la política comienzo a educarse en la filosofía.
Platón pensaba que para ser un buen gobernador debías conocer la verdad. Acepta la teoría de Heráclito de que todos los objetos materiales cambian y si los objetos cambiaban no podían ser un objeto verdadero, ya que lo verdadero no cambia. También acepta la teoría de Parménides de que los sentidos son engañosos y que todo conocimiento que percibimos por los sentidos no son un conocimiento verdadero. Por ello, Platón pensó que las cosas que no cambiaban y mediante las cuales obtenías un conocimiento real, no tenían que ser de este mundo, a esas cosas las llamo Ideas, las Ideas son eternas, inmutables, perfectas...
y conducen a un conocimiento real y verdadero.
Los objetos que nosotros percibimos por los sentidos solo son copias o imitaciones de las Ideas, estas copias no son eternas y están continuamente cambiando.
Las Ideas son perfectas, por lo tanto no existen las Ideas imperfectas, pero los objetos que cambian pueden ser deformaciones de las Ideas, por ejemplo la injusticia es una deformación de la Idea en si de justicia.
Las Ideas residen en el mundo inteligible, por el cual solo se puede dirigir mediante el alma y los objetos cambiantes pertenecen al mundo sensible donde reside el cuerpo, que es la cárcel del alma y es una fuente de apetitos y deseos. El alma preexiste antes que el cuerpo, en el mundo de las Ideas y cuando entra en el mundo sensible y se aloja en el cuerpo se le olvidan las Ideas y solo le una pequeña huella de ellas, que si el cuerpo comienza a educarse en las Ideas, el alma solo tendrá que recordar lo olvidado, para Platón esto se denomina teoría de la reminiscencia.
El alma está formada por tres partes, la racional, reside en la cabeza y es exclusiva del ser humano, su fuente es la sabiduría; la irascible, reside en el pecho y su fuente son las emociones y sentimientos; y la apetitiva, reside debajo del vientre y es una fuente de deseos materiales.
En nuestro interior siempre hay una lucha entre las partes del alma y depende de la que el gobierne el ser humano estará formado para una cosa o para otra, si gobierna la parte apetitiva, la persona sera apta para producir lo que necesita el pueblo para sobrevivir y su virtud sera la moderación; si gobierna la parte irascible, sera apta para ser guardián y protegernos a todos y sera educado en gimnástica y música y su virtud sera la valentía; y si gobierna la parte racional, el hombre sera apto para gobernar y su virtud sera la templanza, ha todo esto Platón lo denomina teoría organicista.
Para poder ser un gobernante apto lo primero es saber diferenciar entre conocimiento y opinión. La opinión es el conocimiento del mundo sensible, es conocer algo que no es real debido a que esta sujeto a cambios, y el conocimiento real es aquel al que podemos llegar por medio del alma para conocer las Ideas del mundo inteligible. Para llegar a conocer las Ideas, la persona debe estar educada primero en las matemáticas, que es el primer paso en el mundo inteligible, ya que es inferior a las Ideas, y después en la dialéctica, que es la forma de conocer las Ideas y sus relaciones. Y cuando ya estas educado en las matemáticas y en la dialéctica, se supone que se conoce la Idea de Justicia y Bien, ya que si no se conocieran estas Ideas no seria apto para gobernar, ya que no sabría como actuar de forma justa y buena.
Por lo tanto, Platón piensa que el mas apto para gobernares el filosofo, ya que es el único educado en las matemáticas y en la dialéctica. En conclusión, para poder ser un gobernador apto debe dirigir la parte racional del alma, y tener un conocimiento real sobre el mundo inteligible para poder conocer la Idea de Justicia y Bien.