En la época de Descartes, se estaba produciendo una Revolución científica, debido a esta Revolución la filosofía empezó a centrarse mas en los problemas del conocimiento. Dos escuelas, la empírica y la racional, se enfrentaban porque tenían diferentes métodos para obtener el conocimiento verdadero, pero ademas utilizaban la nueva ciencia, el método matemático y experimental.
Los empiristas defendían que el conocimiento se obtenía de las experiencias sensibles, para ello utilizaban un método llamado inducción, por el cual a partir de ideas obtenidas por experiencias sensibles, se creaba una conclusión universal.
Los racionalistas defendían que el origen y fundamento del conocimiento era la razón. Y que se podía obtener el conocimiento verdadero a partir de las matemáticas. El mayor representante de esta escuela es Descartes. Utilizaron el método deductivo, que consiste en crear una conclusión, a partir de proposiciones. Si las proposiciones son ciertas, la conclusión también lo sera.
Para los racionalistas, las matemáticas son el tipo de conocimiento verdadero por el cual obtendrán un conocimiento claro y verdadero. Descartes a partir de esto creara dos principios de conocimiento.
La intuición es el primer tipo de conocimiento, es una especie de luz natural por medio de la cual obtenemos de manera inmediata y sin conducir a duda o error.
A partir de las ideas simples de la inducción, se extrae lo necesario y formaran cadenas de conocimiento, a esto se le llama deducción.
Ahora Descartes se propone a analizar la naturaleza de las ideas, para decirnos que tipos de idea posee el pensamiento.
Las que destacamos son las ideas innatas, que son aquellas que pertenecen al pensamiento.
Una idea innata es el infinito que se le asocia a Dios que es eterno e inmutable, por eso se descarta la duda hiperbólica, ya que al ser infinitamente bueno no nos puede engañar, y es lo que nos lleva a un conocimiento verdadero.
Llegado a este punto, de lo único que no podemos dudar es del pensamiento, de aquí Descartes dedujo su cogito: "pienso, luego existo" de que dedujo que si pensábamos era porque existíamos y no formábamos parte de la imaginación de otro.