El boto del Amazonas o delfín de piel rosada es un animal muy poco común. Su hábitat natural son las aguas turbias de los ríos amazónicos de las selvas de Venezuela, Ecuador, Brasil, Bolivia y Perú. Estos delfines de agua dulce, a diferencia de los delfines marinos, miden unos 2´60 metros de longitud.
Su rasgo más característico y llamativo es la coloración rosada de su piel. En el momento de su nacimiento son de color negruzco para ir aclarándose y quedarse de color rosa en su madurez. Realmente la causa del color rosado de su piel es causado por los roces, cicatrices y heridas que sufre su piel a lo largo de su crecimiento.
Su dieta es muy variada y compleja y son Animales muy voraces. Los pescadores del Amazonas les consideran ladrones de peces.
Se sabe poco de las costumbres de estos delfines de río. Tanto es así que la Unión para la Conservación de la Naturaleza los ha calificado como especie amenazada y los ha introducido en su Lista Roja. Se les considera animales solitarios ya que raramente se les ve en grupo. Cómo mucho se han avistado 4 o 5 botos juntos. En la época de lluvias los machos se separan de las hembras que irán a cuidar de sus crías.
Con respecto a su reproducción, los botos son sexualmente maduros a los seis años de edad. La gestación dura 11 meses y se tiene una sola cría con la que permanecen 4 años.
En la actualidad sólo se conocen tres especies de botos: boto de Araguaia, boto de Madeira y boto del Amazonas que es el más conocido de todos.
Estos extraordinarios animales son protagonistas de muchas leyendas indígenas.
Los botos son considerados animales sagrados con poderes mágicos. Los habitantes ribereños creen que los delfines rosados son las almas de personas que se ahogaron y que se han reencarnado.
Otros piensan que son espíritus de antiguos habitantes de aquellas tierras.
Una leyenda cuenta que, a veces, los botos salen del agua convertidos en hombres y mujeres de gran belleza que van a los pueblos cercanos a las riberas. Una vez allí, encandilan y enamoran a los jóvenes más ingenuos. Los engatusan para que los acompañen al río y ya no regresan nunca jamás.
Es mal augurio matar a un boto. Si lo haces tendrás toda una vida llena de mala suerte.
Los delfines rosados son un reclamo turístico importante. Muchas agencias ofrecen a los turistas alimentarlos, navegar entre ellos e incluso bañarse con ellos en el río.
Sin embargo, el futuro de estos extraordinarios animales es incierto debido a la desforestación de la selva amazónica.
Venerado por unos y acosado por otros.
¿Dónde va a llegar la ambición y la codicia del hombre? ¿Cuándo parará la extinción de animales?