Gloria Fuertes, la poeta de los niños, se encuentra en un espacio solitario y cotidiano. Un manojo de cartas la dan la bienvenida… Las abre y comienza a leer en voz alta y las rompe sin compasión, renegando de tanta adulación infantil. Gloria estaba hastiada de tanto niño, no le gustaban, no podía soportar su eterna esclavitud con ellos, renegada a un espacio, el de la gran poesía para la cual ella no existía.
Gloria, la obra que podemos seguir hasta julio dentro del ciclo Mujeres que se Atreven nos muestra el espacio íntimo de la poeta, su voz madura y anhelos de expresión, no solo de su poesía grande “una voz del pueblo” como se definía, sino también el lugar de su corazón y expresión como mujer que rompió las cadenas y estereotipos de su género en una época donde la mujer estaba en la sombras de una sociedad enferma. Su relación con Phyllis Turnbull, la hispanista inglesa el gran amor de Gloria, con la que tuvo una relación de 15 largos años. El tiempo que paso en la universidad norteamericana como profesora de poesía española.
Reconocida más allá de nuestras fronteras como intelectual y poeta. Gloria era otra persona, otra figura más allá de esa imagen dulce y entrañable que como un flautista de Hamelin, atraía a los niños con sus palabras. Es una crónica íntima y reivindicativa de una mujer única, una revisión emotiva de su obra y figura autobiográfica y poética.