Quedarse atrapado por un rayo es duro. Puede quemar más que el sol, dejar cicatrices en el cuerpo. Peor aún, matar. Aunque el 90% de los afectados sobreviven, vale la pena saber cómo evitar una gran dosis de electricidad.

Contrariamente a la creencia popular, los rayos no son siempre una sentencia de muerte. De hecho, cerca del 90 por ciento de las personas que son golpeadas, en realidad sobreviven.

Aun así, las víctimas rara vez se salen ilesas, y el daño puede ser permanente.

Los relámpagos desencadenan 75.000 incendios forestales en los Estados Unidos cada año y pueden dividir árboles enteros en el medio en una fracción de segundo.

Entonces es aterrador imaginar lo que hace dentro de un cuerpo humano. La buena noticia es que no se cocinará al estilo Coyote, pero sí que puede dañarlo.

¿Qué ocurre cuando impactan en los humanos?

Para empezar, los rayos llevan entre 1 y 10 mil millones de joules de energía, suficiente para alimentar una bombilla de 100 vatios durante al menos 3 meses. Cuando esa cantidad de electricidad ingresa al cuerpo, hacen cortocircuito las pequeñas señales eléctricas que controlan el corazón, los pulmones y el sistema nervioso.

Esto puede provocar un paro cardíaco, convulsiones, lesión cerebral, daño en la médula espinal e incluso amnesia.

Pero la electricidad no es tu único problema. Los rayos son terriblemente calientes.

En menos de un segundo, puede calentar el aire circundante a temperaturas 5 veces más calientes que la superficie del sol.

Esto provoca una expansión rápida del aire, lo que lleva a una onda de choque que escuchamos como un trueno.

El intenso calor, la luz y la electricidad también pueden dañar tus ojos. De hecho, pueden perforar la retina y pueden causar cataratas en cuestión de días o semanas.

Otros efectos secundarios del rayo pueden incluir impotencia en los hombres y, en general, disminución de la libido. ¡Eso es justo lo que sucede por dentro!

A medida que el rayo se mueve hacia la superficie, puede expulsar los glóbulos rojos de los capilares hacia la epidermis ... como un hematoma. Estos intrincados diseños se llaman figuras de Lichtenberg.

Las temperaturas intensas también pueden calentar cualquier metal que pueda estar usando, causando quemaduras de tercer grado y también puede vaporizar rápidamente el agua de lluvia o el sudor en su piel. ¡La explosión de vapor resultante puede volar tu ropa y tus zapatos dejándote casi desnudo!

¿Cómo me aseguro de no ser víctima de un rayo?

Para empezar, verifique las previsiones meteorológicas con anticipación y permanezca en el interior durante una tormenta. Pero si estás atascado afuera, evita los árboles aislados, los postes y los campos abiertos, y corre lo más rápido que puedas hacia la seguridad.

Es mejor que estés en un edificio desarrollado o en un vehículo de metal con techo duro.