El Quattrocento es el período en el que se desarrolla la cercanía por los elementos clásicos retomando la antigüedad grecorromana. No obstante, no permanece en el tiempo demasiado ya que luego se dará paso al Cinquecento, el período que comprende desde el 1480 al 1520 aproximadamente. Esto quiere decir que mientras en Quattrocento se desarrolla a principios del siglo XV, el Cinquecento se desarrolla a finales del mismo.
¿Cuándo comienza el Cinquecento y por qué?
Con la muerte de Lorenzo el Magnífico (uno de los grandes mecenas del Renacimiento) la capital del Arte que era Florencia pasa a ser Roma.
Esto se debe a la gran influencia que ejercen en ese momentos los papas Julio II y León X que pasarán a ser los grandes mecenas de este nuevo período.
El Cinquecento es la culminación de lo que se estaba desarrollando en el período anterior. Con el paso del tiempo, este clasicismo perfecto y equilibrado dará paso a nuevas formas que de denominarán bajo el nombre de Manierismo.
Dentro de los autores principales de este período se encuentran Bramante, Sangallo, Rafael y Miguel Ángel mientras que en el Quattrocento los autores más representativos eran Brunelleschi y Alberti, con obras como la basílica de San Lorenzo y la basílica de Santa María Novella.
La arquitectura del Cinquecento
Este período como ya comentamos no rompe con lo anterior sino que es el desarrollo del período anterior.
Es por eso que siguen estando al orden del día los elementos clásicos que promulgaban teóricos como Alberti y su estética junto con la búsqueda de la armonía, la proporción y en general, el orden.
No obstante, en este período hay una inclinación a la ausencia de ornamentación además de existir la tendencia a realizar plantas centralizadas con cúpulas que es la planta por excelencia de la antigüedad recordando al Panteón de Agripa y si nos vamos más atrás, al tholos griego.
Dentro de este período se tiene por obra maestra a 'San Pietro in Montorio' de Bramante que se dice que inicia el Cinquecento. Esta obra fue encargada por los Reyes Católicos. Si reflexionamos un poco, podremos ver ciertas incoherencias que sucedieron también en el Quattrocento ya que se está recordando una época pagana mediante el alza de esta arquitectura centralizada aunque la utilizan para plasmar la religión cristiana y más teniendo en cuenta que fueron los Reyes Católicos los que decidieron erigir un tholos en honor a San Pedro.