La Mona Lisa ha sido objeto de discusiones a lo largo de estas semanas. La ministra de cultura del país galo, Françoise Nyssen, había propuesto llevar la obra por distintos museos de las provincias del país durante el 2019, como uno de los actos celebratorios del 500 aniversario de la muerte de su creador, Leonardo da Vinci.

El director del museo alega que la prioridad es el cuadro

Según recoge The Art Newspaper, el director del Louvre, Jean-Luc Martinez ha zanjado la polémica, asegurando que esta gira no es posible ya que “podría causar daños irreversibles a la obra”.

La ministra apuesta por la itinerancia y la descentralización de la cultura como una medida de evitar la segregación cultural. Pero el nivel de seguridad del cuadro se ha antepuesto a cualquier otra consideración. La Gioconda en el Louvre se encuentra protegido en una cámara por un cristal a prueba de balas y a una temperatura estable. Pintada en una tabla de madera de álamo que tiene una fisura en la parte de atrás, requiere mucho tiento en su manejo, de hecho solo sale de su cámara una vez al año para pasar la revisión de los expertos del museo

La Mona Lisa lleva 44 años seguidos sin abandonar el Louvre, en 1974 fue expuesta en Tokio y en Moscú. Pero hay que tener en cuenta que es la obra que más visitantes atrae al museo del Louvre, unos 8,5 millones de turistas al año y que no están dispuestos, por nada, a correr el riesgo de volver a perderla, como ocurrió cuando fue robada en el año 1911 en el propio museo.