Al contrario que con la publicación de otros discos, Bruce Springsteen no hizo gira con Nebraska, sino que siguió trabajando en su siguiente trabajo. Tenía algunas canciones que, respecto al anterior LP sí funcionaban con la banda, como Downbound Train y sobre todo Born in the U.S.A.
Una canción malinterpretada
La canción que dio título al LP era un alegato antibelicista, que criticaba la guerra del Vietnam y qué escribió tras conocer a un veterano de la guerra, Ron Kovic que había escrito “Nacido el cuatro de julio”. Born in the U.S.A. fue malinterpretada y tomada como una canción patriótica por el sector republicano para disgusto del Boss, aunque habría que decir que los arreglos eléctricos le daban a la canción un tono un tanto épico de himno.
El trabajo en el estudio para grabar las siguientes canciones se iban a cobrar una baja, la de su mano derecha Steve Van Zandt, quien en desacuerdo con la línea de producción que Bruce y sobre todo Jon Landau estaban llevando, decidió abandonar la banda una vez que se terminase la grabación. Este abandono afectó a Bruce, dedicándole una de los mejores temas del álbum, Bobby Jean, una canción sobre la amistad de juventud.
Bailando en la oscuridad
Con este disco, la discográfica había pensado en que era el momento de lanzar a Springsteen al estrellato definitivo y por eso apostó en este lanzamiento, así que cuando Landau escuchó lo que había grabado hasta ese momento, le dijo a Bruce que echaba en falta un hit que completara el disco y que cumpliera con los fines propuestos.
Aunque Jon recibió por respuesta un “pues hazla tú”, lo cierto es que, Bruce se fue a su casa y al día siguiente trajo al estudio una canción sobre la rabia contenida y toda la frustración que en su interior sentía. Dancing in the Dark le llevó al número 2 de las listas (el número uno se lo quito Prince y When the Doves Cry)
Dicho single fue el lanzamiento definitivo para el disco, que alcanzó el número uno en Estados Unidos y otros países como Alemania, Australia, Reino Unido, etcétera.
Como resultado de la campaña de promoción se lanzaron cinco singles a lo largo de un año. La llegada del videoclip supuso también un impulso a su imagen, llegando a muchos más hogares. La crítica también valoró positivamente el disco, si bien no está tan bien considerado hoy en día como los anteriores, pero a modo comercial, Born in the U.S.A.
pegó lo que se dice un pelotazo.
Un LP que contenía canciones que sonaban a himnos en los conciertos como No Surrender, Bobby Jean, Glory Days, Darlington County, la misma Born in the USA; canciones íntimas como My Hometown o Downbound Train…Un disco muy completo a nivel comercial que, aunque no tuviera la profundidad y la coherencia de una historia como concepto como sí tenían los anteriores The River o Darkness, sí que cumplía con su principal función que era la de un ser superventas y llevar al estrellato a Springsteen.
Incluso se sacaron maxis de algunas de las canciones con la idea de que se pusieran en las discotecas (no pensar que son como las de ahora). Algo criticado por sus fans más puristas.
La gira que a continuación efectuó junto a su banda lo confirmó como la megaestrella que es hoy y lo subió a un pedestal del cual casi 35 años después, aún no se ha bajado, eso sí con este nuevo status quizás perdió el encanto que tenía en los primeros años, cambiando los teatros por megaestadios, pero eso es lo que suele pasar con estas cosas. Después de la gira vino la publicación de un quíntuple disco en directo, pero de eso hablaremos en la siguiente ocasión.