Tras el éxito de Born To Run, Bruce Springsteen andaba encaminado a lo más grande en la industria musical, pero se encontró con un escollo bastante grande, su contrato discográfico. Había que negociar uno nuevo con su manager, Mike Appel y las negociaciones no pudieron ir peor, acabando en los tribunales y evitando que Bruce pudiera grabar material nuevo durante tres años.
En lugar de quedarse y deprimido por su situación, se dedicó durante todo este tiempo a componer y a dar conciertos por todo el país en las giras denominadas Chicken Scratch Tour y Lawsuit Toiur durante 1976 y 1977, manteniéndose así en buena forma musical.
Una vez resuelto el conflicto con su anterior manager, pudo volver a meterse en un estudio, concretamente en los Atlantic Studios de New York, pero la incapacidad de obtener un buen resultado en la batería, les hicieron moverse a los estudios de Record Plant donde estuvieron grabando hasta enero de 1978.
Canciones y sesiones infinitas
Las canciones que se grabaron durante todo este tiempo fueron increíbles, tanto por cantidad, como sobre todo por la calidad de la mayoría de estas. Lo curioso del asunto era que Bruce no dejaba de traer canciones y grabarlas, de manera que hasta los miembros de la E Street Band hacían apuestas para saber cuántas nuevas iban a grabar una vez en llegados al estudio.
Las sesiones eran maratonianas. Springsteen se hallaba en una encrucijada, dado que buscaba el enfoque necesario que quería darle al álbum. Había escrito algunas canciones maravillosas, auténticos singles de éxitos como Fire, Protection, Rendervouzs o Because The Night que finalmente fueron a parar a otros artistas, porque llegado el momento no iban en consonancia con la historia que se quería contar.
Todo un derroche de honestidad musical por parte del diablo de New Jersey como algunos le llamaban.
Realmente había grabado una enorme cantidad de hits pop y soul de los 60’s, pero no era lo que pretendía. Eran en su mayoría, canciones alegres que no iban en sintonía con la historia que quería contar, la de un hombre que vuelve a la ciudad que lo vio crecer.
Buscaba un conjunto de canciones que formaran una unidad, con un cierto halo de oscuridad y así fue como dio con las diez canciones que formarían parte de Darkness of The Edge of Town.
Historias de pequeños pueblos, con sus fábricas, sus carreteras desiertas, sin mucho que hacer... Una América Rural en la que la vida es muy dura y en la que podías encontrarte sin salida. Aquí, por su naturaleza, no entraban canciones como Talk to Me, sino Badlands, Something in the Night, Factory, donde aparecía la figura de su padre, al igual que en Adam Raised a Cain.
La idea de una América mejor aparece en The Promised Land, quizás su tema más optimista del álbum. También hay hueco para algo más comercial y audible como Prove it all Night, donde aparece el amor como salida al duro trabajo diario.
Por último, cerrando el LP con la canción que da título al mismo y que narra el regreso del hombre a su ciudad natal, donde nada ha cambiado y nada volverá a ser lo mismo y que lo único que sabe es que tiene que irse de allí, que ya no es su sitio.
La Gira más famosa para sus fans
Para promocionar el disco, que mejor que una gira y así fue que se metieron en carretera. Darkness on the Edge of Town llegó al quinto puesto en las listas, si bien los singles no tuvieron tanta suerte. Por otro lado, tiene su lógica dado que no es un disco que contengan hits, si bien, canciones como Badlans o Prove it All Night son clásicos en los directos y recordar que algunas de esas canciones que fueron descartadas, hubieran sido auténticos hits, de hecho, luego han formado parte del repertorio, como por ejemplo la arriba mencionada, Because The Night.
Muchos de estos descartes, después de aparecer en numerosos piratas y bootlegs de conciertos, salieron en el recopilatorio Tracks (1998) y años más tarde, cuando lanzaron al mercado la caja aniversario de Darkness, lo acompañaron, además de un DVD de un concierto en directo y un recomendable documental de como se hizo este disco, con un doble CD en el que se incluyeron más canciones inéditas, siendo el legado de aquellas sesiones estiradas al máximo.
Por último, hay que comentar que la gira de promoción que realizó del 78 a finales del 79 está considerada por muchos por la mejor realizada por Bruce Springsteen & The E Street Band, debido al altísimo nivel de esos shows de más de tres horas en directo, de los que han salido grandes Bootlegs que se pueden hallar por ahí.
Poco después de cumplir los 30, Springsteen volvería a meterse en un estudio para satisfacción de los fans y un poco de stress para su banda, con la idea de grabar un nuevo disco más profundo aún, como fue su doble álbum y obra maestra, The River.