Poco más de tres meses después de finalizar la gira del Darkness in the Edge of Town, Bruce Springsteen se metió con la banda en los estudios de la Power Station de New York para grabar lo que sería su siguiente trabajo.

Buscaba hacer algo diferente a lo que había hecho hasta ahora, no solo en el sonido sino también en la temática. Springsteen no solo había madurado musicalmente sino también como persona, estaba por cumplir los 30 años y se planteaba las cosas de otra manera y si Born to Run había sido la historia de una huida y Darkness en cierto modo narraba la vuelta a ese lugar del cual escapó, su siguiente trabajo debía continuar esa senda, centrándose en la vida del trabajador y en los conflictos familiares.

Quería hablar de su familia.

Por otro lado, quería que el sonido se impregnara del espíritu de la banda, que trasmitiera la fuerza que en directo mostraba The E Street Band y que estaba siendo un poco el sello, directos muy potentes con mucha energía y que dejaba al público exhausto y entregado.

Así que poco antes de terminar el año 79, entregan a Columbia un master con 10 canciones, que con el título de “The Ties That Bind” tenía que ser el nuevo disco de Springsteen.

Pero lo que son las cosas, Bruce no tarda mucho en dar marcha atrás y descarta esa grabación volviéndose a meter de nuevo en el estudio.

The River. Una historia que contar

Quizás la clave estuvo en la pieza angular de todo esto, The River.

La historia de la canción, que estaba claramente inspirada en las dificultades que su hermana y su cuñado tuvieron a partir de ella quedarse embarazada, le dio soporte para desarrollar más y aún mucho mejor la temática del álbum incorporando temas más oscuros que fueran el contrapunto a las canciones alegres y juerguistas que predominaban hasta entonces. Así fue completando lo que sería un doble LP.

Una decisión esta, muy acertada a tenor del resultado final.

El disco se abría de manera apabullante, el inicio de The Ties Than Bind no podía ser mejor y la voz de Springsteen sonaba de maravilla.

Luego siguen tres canciones enérgicas, como la alegre Sherry Darling, Jackson Cage, Two Hearts y cerrando la cara A, el alegato a su padre, Independence Day.

La cara B empieza con Hungry Heart, su primer top 10 en las listas, un hit consistente y alegre que continua con Out in the Streets, Crush on You y You Can Look, tres canciones que darían lo mejor de sí en directo, baja el pistón con I Wanna Marry You, una hermosa balada, para finalizar luego el primer disco con la majestuosa The River.

El primer disco es toda energía, una auténtica explosión musical que muestra el potencial de Bruce Springsteen & The E Street Band.

La segunda parte de The River es diferente, mucho más oscura, alterna momentos rockeros y enérgicos con baladas, tiempos medios y folk intimista que sin saberlo, nos muestra al Springsteen que está por llegar.

Así pues, comienza con la oscurísima y a la par bella Point Blank, luego parece que sigue la senda del primer disco al incluir dos canciones rápidas, el clásico Cadillac Ranch y I’m a Rocker, pero vuelve a las baladas con la intensa Fade Away y termina la cara C con la intimista y fantasmal Stolen Car.

Se abre la última cara con la potentísima Ramrod, que al igual que a la mayoría de las canciones rápidas del álbum, le sacaría partido durante la gira promocional. Continua el tiempo medio The Price You Pay, luego la inmensa y desesperadamente romántica Drive all Night, para cerrar con una oscura y hermosa canción en la que la muerte está presente, como es Wreck on the Higway.

The River es uno de los preferidos de los fans, cumbre artística de Springsteen en su mejor momento, apoyado en la producción por Steve Van Zdant.

Hay que comentar que se quedaron grandísimos temas en la recámara que poco a poco fueron saliendo, bien en caras B, bien en directo o cuando en 1998 en la caja Tracks. Canciones como Loose Ends, Be True, Roulette, Where The Bands Are, Restless Night… y que, en 2016, cuando salió la caja de aniversario de The River, incluyó otras canciones inéditas, el álbum descartado, The Ties That Bind y otras curiosidades.

The River Tour

Springsteen consiguió con este disco entrar en las listas de los más vendidos en varios países como EEUU y Canadá, un quíntuple disco de platino. Su tercer disco más vendido tras Born in the U.S.A. y Born To run.

Como es lógico al lanzamiento le acompañó una gira que lo llevaría por segunda por Europa, tras los breves conciertos del 75, visitando varios países incluida España, dando en Barcelona una de sus mejores actuaciones en toda su carrera e iniciando un idilio con esta ciudad que a día de hoy se mantiene.

Con este doble disco, Bruce Springsteen culminaba una trilogía de tres auténticos discazos. Ahora tocaba dar un par de pasos atrás para coger impulso hacia al estrellato definitivo.