Joan Miró (Barcelona, 1893-Palma de Mallorca, 1983) quizás sea uno de los pintores españoles más famosos en la actualidad a nivel mundial. Su estilo enormemente personal, muy cercano al surrealismo, le hace fácilmente identificable. Su influencia en las generaciones posteriores, se mantiene hasta la actualidad.
A pesar de la negativa de su padre a que se dedicara al mundo del Arte, Miró dedicó toda la vida a ese empeño, entre críticas y burlas muchas veces. En 1920, viajó a París por primera vez, allí conoció a Picasso con quien, como la mayoría de los artistas de la época, mantendría una relación de amor odio.
También se relacionó, con el núcleo de los futuros surrealistas a cuyas ideas se sentiría muy afín.
En los años 30, experimentó una fase que él mismo llamó “asesinato de la pintura”, comenzó a realizar collage y a trabajar con materiales tomados directamente de la naturaleza, fue su inicio en el mundo de la escultura que ya no abandonaría en 50 años.
Joan Miró: Esculturas 1928-1982 exposición en el Centro Botín
Ahora, el Centro Botín presenta la primera muestra sobre el proceso creativo de Joan Miró a nivel internacional, bajo el título “Joan Miró: Esculturas 1928-1982”. La exposición está comisariada por Mª José Salazar, miembro de la Comisión Asesora de Artes Plásticas de la Fundación Botín y experta en la obra de Joan Miró, y Joan Punyet Miró, nieto del artista y cabeza visible de la Successió Miró.
La exposición, en la que colabora la Obra Social “la Caixa” (su logo fue diseñado por el artista), podrá visitarse en el Centro Botín de Santander del 20 de marzo al 2 de septiembre de 2018. La mayor parte de las obras han sido cedidas por la familia Miró, a través de sus dos fundaciones, pero también hay piezas procedentes de otras instituciones internacionales.
Se trata de una exposición única, concebida especialmente para el Centro Botín. Distribuidas en 5 espacios diferenciados, encontramos aproximadamente 100 esculturas de Joan Miró. Pero además, la muestra pretende hacer entender al espectador cómo era el trabajo creativo de Miró, muy alejado de los procesos tradicionales. Por ello, en la exposición se encuentran también dibujos, bocetos y objetos que se encontraban en el taller del artista.
Así mismo se proyectan vídeos en los que se puede observar la manera de trabajar de Joan Miró. Él mismo hablaba de su proceso creativo como una atracción magnética hacia objetos diversos sin relación entre sí que desembocaba en un choque poético que les daba sentido.
Quizás por eso Joan Miró mantenía que los poetas entendían su obra mucho mejor que los críticos.
Conociendo las esculturas de Joan Miró
La escultura Personnage (1974) es la encargada de recibir al visitante en esta exposición, en sí misma constituye una especie de resumen de la manera de crear de Miró, su método de ensamblar diferentes objetos. En el primer espacio expositivo se encuentran sus primeros trabajos en tres dimensiones, pequeños y delicados y dos de sus primeras esculturas en bronce, además de su primera escultura monumental titulada Oiseau Solaire (1966).
El siguiente espacio pretende mostrar el proceso creativo de Miró, las obras terminadas se muestran junto a objetos recogidos por el artista en sus paseos. Como Tête de Taureau (realizada con raíces de olivo).
Joan Miró: Esculturas 1928-1982 constituye un hito en el acercamiento a la figura de Miró en relación a la escultura: https://t.co/QI7TTUBCqf - #Joan Miró pic.twitter.com/3oPwDk0B9I
— Centro Botín (@centrobotin) 20 de marzo de 2018
En el tercer espacio se ve como los objetos de la vida cotidiana también adquieren nuevas vidas en los ojos de Miró. Encontramos tres piezas originales de sus montajes que se muestran por primera vez al público.
El cuarto espacio está dedicado a los proyectos monumentales y las esculturas filifomes, como por ejemplo Porte, realizada para la exposición que hizo en el Grand Palais de Paris, en 1974 junto a un vídeo del proceso de fundición.
Por último la sala que cierra la exposición, y que mira directamente al mar, muestra las grandes piezas en color. Miró utilizaba colores puros, verde, azul, amarillo, negro que lo relacionan con la pintura románica y con su admirado Gaudí.
La intención de Miró con sus grandes esculturas de más de tres metros era presentarlas en las grandes ciudades para poder llegar al gran público.
María José Salazar, Miembro de la Comisión Asesora de Artes Plásticas de la Fundación Botín y experta en la obra de Miró, resumía la personalidad del artista en sus palabras durante la inauguración de esta exposición “Miró era un hombre poético, poeta por encima de todo, y libre. Esas serían sus señas de identidad.”