A lo largo de la Historia, el Antiguo egipto ha sido una cultura que ,generalmente, ha estado envuelta en un halo de misterio e incógnitas sin revelar. Precisamente, muchos de esos secretos se empezaron a esclarecer cuando Champollion descifró la escritura jeroglífica (1822). Sin embargo, todavía son muchos son los misterios que nos presenta esta sorprendente cultura. Uno de ellos son las cabezas de reserva o sustitución, piezas que suponen uno de los grandes enigmas del arte egipcio.

Son muy escasas las muestras que han llegado hasta nuestros días y no hay datos textuales que nos aporten información sobre la función de éstas, para poder interpretarlas.

De ahí, que desde su descubrimiento ( Jacques Morgan, Dashur. 1894), hasta la actualidad sean numerosas las hipótesis que giran alrededor de dichas cabezas.

¿Qué son las cabezas de reserva o sustitución?

Se trata de cabezas escultóricas de tamaño natural (25-30 cm), moldeadas en caliza, completamente blancas, con rasgos definidos y esquemáticos (cierto hiera timo, labios finos, pelo rapado y ojos sin pupilas). Pero, con un marcado carácter individual, ya que siguen un patrón similar, aunque cada una de ellas aporta algún rasgo que las distingue del resto ( forma de la nariz, los ojos, contorno de la cara...).

Hasta el momento se han hallado unas treinta y seis, todas pertenecientes al Reino Antiguo.

Destacando su uso en la Dinastía IV (2613-2494), durante los reinados de Esnofru, Keops, Kefrén y Micerinos.

Por otro lado, hay que señalar que en su totalidad pertenecen a la familia real y a varios cortesanos de dichos faraones, ya que fueron halladas en las mastabas privadas de Dashur, Abusir, Saqqara y, sobre todo, en el cementerio occidental de Giza (George Andrew Reisner).

Las mastabas privadas de la D.IV

Son unas estructuras de planta rectangular, realizadas con piedra. Que, a su vez, se componen de dos partes diferenciadas:

  • Parte exterior: formada por una capilla destinada al culto funerario del difunto, una mesa de ofrendas y una estela/falsa puerta (nombre, títulos y representación del difunto). Y, finalmente el serdab, con la representación del difunto.
  • Parte subterránea: un pozo que da lugar a la cámara funeraria, en la que se depositaba el sarcófago y el ajuar.

Dentro de estas mastabas, la mayoría de la cabezas fueron encontradas descolocadas debido a los saqueos y muy pocas en su lugar original, la cámara funeraria.

Las diferentes hipótesis en torno a las cabezas

El hecho de que sean unas piezas muy escasas, que se utilizasen durante un período de tiempo muy concreto, que no existan fuentes textuales y el lugar que se donde se hallaron hha dado lugar a diversas hipótesis.

Función funeraria:

Ludwing Borchardt, fue el que a principios del siglo XX bautizó estas piezas y el primero en realizar una hipótesis. Para él , las cabezas tendrían como función preservar la imagen del difunto en caso de que la real ( momia) fuera dañada.

Sin duda, esta teoría estaba directamente ligada al concepto que tenían los egipcios del cuerpo. Pues para ellos, se conformaba de tres elementos, uno material y otros dos vitales :

  • El "aj": sería la fuerza divina.
  • El "ba": el alma que permanece más allá de la muerte, acompañando al difunto en la eternidad.
  • El "ka": el doble espiritual del difunto.

De esta forma, para el "aj" y el "ba" no se perdiese, los egipcios diseñaban una estatua a imagen y semejanza del difunto, para que estas dos fuerza divinas se conservasen en su interior de tener el cobijo de la momia.

Así ,para Brouchardt, las cabezas de sustitución servirían para tales fines, remplazando dichas estatuas y ahorrando espacio en el interior de las mastabas.

Roland Tefinin habla de una función mágico-ritual, teniendo funciones execratorias.

Función escultórica

Nicolas Millet defiende una supuesta función escultórica , o lo que es lo mismo, que sirvieran a los escultores para realizar la máscara mortuoria del difunto o para hacer esculturas. De ahí que se presenten completamente blancas y lisas.

De hecho, los que son afines a esta propuesta señalan la similitud del rostro de esculturas de la época con las cabezas, como por ejemplo la escultura de Hemiunu (dinastía IV), la estatua de Ka-aper ( dinastía IV), escultura de Ranofer ( dinastía V)...

Las mutilaciones

La peculiaridad más llamativa de las cabezas, es que la mayoría presentan arañazos o incisiones en diversas partes del rostro y mutilaciones en las orejas. Lo cual, generó otro debate ¿Fueron mutilaciones intencionadas o no?

Muchos, apuntan la idea de que fueron dañadas en el momento del saqueo o por los mismos escultores al utilizarlas como moldes . Pese a ello, otros indican que debió ser intencionado , porque repiten el mismo patrón. Y es ahí donde entran las teorías de carácter mágico-religioso, señalando que fueron mutiladas ritual mente para evitar dañar a los vivos ( Tefenin) o para anular a enemigos potenciales del faraón en el Más Allá ( Picardo). Algo que no encajaría mucho con la idea de que dichas cabezas servirían para que el ba reconociese al difunto.

Sea como fuere, a día de hoy estas esculturas siguen siendo un enigma que no está del todo resuelto y en torno al cual se desarrollan diferentes teorías, para intentar señalar su función, ya sea funeraria o escultórica.