Arcomadrid 2018 arranca esta edición con una polémica desencadenada por la retirada de la obra ''Presos Políticos en la España Contemporánea'' del artista madrileño Santiago Sierra. Los organizadores de IFEMA han pedido a la galerista Helga de Alvear la cancelación de la obra, y han justificado su decisión porque entienden que el revuelo que genera dicha pieza es perjudicial para la visibilidad del resto de obras de la exposición y se desvía del objetivo primordial de la feria: fomentar el coleccionismo y el retorno de la inversión.

El problema con la obra de arte

La obra de Sierra, valorada en 80000 euros, está conformada por 24 fotografías que muestran los rostros pixelados de ''presos políticos'' contemporáneos junto a una corta explicación de las razones que les han llevado a estar encarcelados. Aunque las imágenes no van acompañadas de los nombres de sus protagonista, la breve descripción evidencia claramente quienes son.

Entre los encarcelados retratados encontramos a los jóvenes detenidos en la pelea de Altsasu, a los titiriteros puestos en prisión en 2016, y a los catalanes Oriol Junquera, Jordi Sánchez y Jordi Cruixat, presidentes de ERC, de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y de Omnium Cultural, respectivamente.

Otras de las imágenes expuestas muestran a activistas del 15-M, a los detenidos en el desalojo del Palau Alòs en el 2006, a Andrés Bódalo (dirigente de SAT) y a miembros de Egin.

Santiago Sierra no ha tardado en pronunciarse ante los hechos y ha calificado la decisión del recinto ferial como una auténtica censura. También ha querido denunciar la falta de respeto hacia la galerista Helga Alvear y en especial hacia el público.

El Ayuntamiento de Madrid y la alcaldesa Manuela Carmena, que no tenían constancia de dicha petición, también han manifestado inmediatamente su disconformidad con la decisión tomada por IFEMA y han pedido que se lleve a cabo una rectificación.

Polémica tras polémica

No es la primera ni la última vez que Santiago Sierra genera una polémica de este tipo.

Durante toda su carrera ha resultado ser un artista controvertido y provocador, lo que le ha llevado a ganar fama a nivel internacional. Hace ocho años rechazó el Premio Nacional de Artes Plásticas alegando que los galardones de este tipo instrumentalizan en beneficio del Estado el prestigio de quienes los reciben. Previamente, ya causó impacto al crear una cámara de gas dentro de una sinagoga alemana para criticar la banalización del holocausto.