En Puerto Rico, específicamente en el municipio Arecibo, ha quedado erigida una monumental estatua que evoca la figura del Almirante Cristóbal Colón, pero lo que sorprende de la noticia es que su dimensión supera las de dos íconos continentales: la "Estatua de la Libertad" en New York (93 metros) y al "Cristo Corcovado" de Brasil (38 metros).

"Nacimiento de un Nuevo Mundo" es su nombre y mide nada menos que 126 metros, dato que la posiciona también entre las más grandes del planeta. Pesa un total de 6.500 toneladas y consta de 2.500 piezas de acero, bronce y cobre, con costo estimado en 20 millones de dólares.

Casi 20 años después

La estatua llegó al país en 1998 tras haber sido comprada por un político, pero la falta de fondos y permisos para levantarla lo hizo desistir de la idea. Desde entonces sus piezas habían estado guardadas en diferentes almacenes hasta que en el 2010 la adquirió el empresario José González Freyre.

Su autor es el reconocido escultor ruso Zurab Tseleteri quien tiene en su currículum obras de gran impacto artístico como "Peter the Great" (Pedro el Grande) exhibida en Moscú y "Good defeats Evil" (El Bien vence al Mal) que fue instalada en las Naciones Unidas con motivo de celebrarse el 45 aniversario de la organización mundial. González Freyre manifestó refiriéndose al artista: "Es un ser formidable, un hombre de un gran corazón, embajador de buena voluntad de la ONU que se la pasa llevando su Arte por el mundo".

Sari Méndez, gerente del proyecto señaló: "Realmente esta es una oportunidad única y obviamente que va a traer mucho movimiento turístico a la región".

Las labores son apoyadas con entusiasmo por comerciantes y pobladores de los alrededores ya que significa un gran impulso económico para los negocios y la comunidad en general.

Ya existe un taller de orfebrería al pie de la estructura, donde confeccionan miniaturas de la estatua para vender a los visitantes y turistas, lo que incrementa los ingresos personales de muchos emprendesores.

Monumento a la polémica

Pero si bien la estatua es inmensa, la polémica que ha desatado no se queda atrás. Hace varios años historiadores de Latinoamérica desarrollan una intensa campaña para que sea replanteado el significado histórico del 12 de octubre de 1492 para el continente, abanderados con el argumento de que el llamado "descubrimiento" fue más bien un genocidio contra la comunidad nativa americana.

Bajo el lema "Dile No a la Estatua de Colón" grupos sociales e intelectuales consideran que la nueva instalación cultural es un agravio a los latinoamericanos, región en al que la mayoría de los gobiernos asumen el hecho histórico como: "Encuentro de dos Culturas", "Día de la Raza" o "Día de la Resistencia Indígena" en franca manifestación de rebeldía y reivindicación de los aborígenes y contra la figura del célebre conquistador español.