Sabemos que los grandes simios se ayudan de rudimentarias herramientas, que ellos mismos elaboran, en su vida cotidiana. Especialistas como Jane Goodall, primatóloga, han dedicado parte de su vida a estudiar la conducta de poblaciones de chimpancés en libertad como, en su caso, los del Parque Nacional del Gombe, en Tanzania.
Uno de sus descubrimientos es darse cuenta de que los chimpancés "pescan" hormigas y termitas ayudándose de una herramienta. Para "termitear" es necesario romper una rama pequeña, o una enredadera, arrancarle las hojas y las ramitas, y buscar un termitero adecuado en el que introducirla para extraer los bichos.
Hay que tener en cuenta que los termiteros son muy rígidos y que sólo son penetrables por ciertas entradas que abren en las galerías casi ocultas. El primate tiene que levantar la cubierta del orificio de la galería, introducir la rama y esperar a que las termitas piquen. Es curioso que una misma rama les pueda servir, transportándola en su boca, para pescar en otros termiteros.
Los chimpancés también practican el "hormigueo", una variante de la actividad anterior. Goodall ha comprobado que son capaces de pescar una especie de hormiga cazadora nómada y agresiva que puede provocar dolorosas mordeduras. El primate introduce la rama en sus nidos subterráneos, espera a que decenas de enfurecidas hormigas trepen por ella y, cuando casi han alcanzado su mano, retira la rama con rapidez, desliza la otra mano por ella y se come la masa de hormigas que captura.
Menos conocido es que los chimpancés fabrican "esponjas" para poder absorber el agua que se acumula en los huecos de los árboles. ¿Cómo las elaboran? Deshojan una rama, mastican brevemente las hojas, colocan la masa resultante en el agua, dejan que se empape y se la vuelven a introducir en la boca para chupar el jugo. Usan, igualmente, una esponja similar para limpiar y secar su piel, incluso la de sus crías.
Los chimpancés del Gombe, según Goodall, también usan palos como palancas y otros útiles para excavar o despegar los nidos de las hormigas arbóreas y para ensanchar los accesos a las colmenas subterráneas. Otros investigadores han observado, en sus hábitats nativos, como otros grupos de estos primates golpean con palos o piedras los frutos de piel dura, las semillas y las nueces para abrirlas.
Incluso algunos, como los de la selva del Budongo en Uganda, usan una hoja sobre una rama como espantamoscas.
Lo más asombroso es que los chimpancés utilizan armas y proyectiles para atacar o defenderse de otros animales. Pueden llegar a arrojar piedras, excrementos y palos con una precisión pasmosa.
Según Marvin Harris, los jóvenes chimpancés poseen unas capacidades genéticas aptas para el desarrollo de estas actividades, pero también es necesario aprenderlas de los primates mayores observándolos. No todos los grupos de chimpancés desempeñan las mismas tareas, sino que pueden variar por zonas, ya que el uso de las herramientas es un rasgo cultural adquirido.