Durante más de un siglo, los especialistas habían asumido que los restos de un individuo hallado enterrado junto con armas y caballos, en una de las tumbas más espectaculares descubiertas hasta ahora en la ciudad de Birka, en Suecia, pertenecían a un hombre. Pues ahora resulta que estaban equivocados. Las pruebas de osteología y ADN practicadas recientemente a los restos óseos muestran que pertenecieron a una mujer. Y, además, ésta debió ser probablemente una poderosa líder militar.

Charlotte Hedenstierna-Jonson, arqueóloga de la Universidad de Uppsala, declaró a The Local que los resultados han sido publicados en el American Journal of Physical Anthropology este viernes.

Según sus palabras, “aparte del ajuar de guerrero completo enterrado junto a ella -una espada, un hacha, una lanza, algunas puntas de flecha, un cuchillo de batalla, escudos y dos caballos-, también tenía un juego de mesa en su regazo, o más bien un plano de guerra, utilizado para probar tácticas y estrategias de guerra, lo que indica que era una poderosa líder militar. Probablemente ella planeada, liderada y participaba en las batallas”.

El enterramiento fue descubierto y excavado a finales del siglo XIX

El enterramiento, que Hedenstierna-Jonson describe como la mayor tumba vikinga del mundo, fue descubierto y excavado por el arqueólogo sueco Hjalmar Stolpe a finales del siglo XIX. Debido al ajuar guerrero “masculino” encontrado en la tumba, se dio por hecho, sin comprobarlo, que los restos eran los de un hombre.

No obstante, hace unos años, la osteóloga Anna Kjellström, de la Universidad de Estocolmo, rescató estos restos humanos para estudiarlos, para otro proyecto de investigación, y notó que algo raro pasaba. Los pómulos eran más finos y delgados que los de un hombre, y los huesos de la cadera eran típicamente femeninos. Efectuó un análisis osteológico, para salir de dudas, y dieron como resultado lo que ella sospechaba: se trataba de una mujer.

Ahora, con el análisis de ADN que se ha llevado a cabo, se confirma con claridad que el supuesto guerrero vikingo era, más bien, una guerrera. Sin embargo, en el siglo XIX se dio por sentado que se trataba de un varón por la preconcepción que se tenía de la sociedad patriarcal vikinga.

“Aunque se conocen algunas mujeres vikingas enterradas con armas, una guerrera de esta importancia nunca había sido hallada”, dijo Hedenstierna-Jonson, por lo que los expertos en este tema se han mostrado algo escépticos con estos nuevos estudios.

Pero lo cierto es que la mujer hallada debió ser una buena luchadora porque “no se puede alcanzar un rango (militar) tan alto sin tener experiencia en la guerra, por lo que es razonable creer que ella participó en muchas batallas”.

Hedenstierna-Jonson describe el hallazgo como algo extraordinario, pero sabe que es poco probable que se cambie o complemente la concepción que los historiadores tienen de la sociedad vikinga como patriarcal, constituida principalmente por hombres guerreros. De hecho, algunos se muestran tan escépticos que creen que los huesos analizados no pertenecen realmente a esa tumba específica. El tiempo lo aclarará todo.