Hay quien piensa que la serie Juego de Tronos es muy sangrienta y que la violencia que muestra no puede ser más que el fruto de la ciencia ficción. Sin embargo, sabemos que los jóvenes que pertenecían a la clase baja del Londres medieval fueron sometidos a una violencia extrema, incluso mucho peor que la detectada en otras partes de la Inglaterra medieval.
“Parece que la violencia en la ciudad medieval de Londres puede haber estado ligada, en gran medida, al sexo y a la situación social”, declara la arqueóloga Kathryn Krakowka de la Universidad de Oxford.
Krakowka ha analizado 399 cráneos de seis cementerios de Londres, que datan de los años que van entre el 1050 y el 1550. Algunos eran cementerios monásticos, cuyo uso estaba más ligado a las clases altas, pero otros eran parroquiales y libres, utilizados más por las clases bajas.
Esta especialista ha detectado que el 6,8 por ciento de los cráneos examinados muestran algún tipo de trauma relacionado con la violencia. Los varones de 26 a 35 años eran particularmente los más afectados por esta situación. Alrededor del 25 por ciento de las lesiones halladas en los cráneos ocurrieron cerca del momento de la muerte, lo que sugiere que esta gente murió por golpes propinados en la cabeza.
Según indica Krakowka, los altos niveles de violencia son evidentes en los cementerios de otras partes de la Europa medieval, como en Croacia, que en un estudio mostró que el 20,1 por ciento de los individuos tenían fracturas craneales.
Sin embargo, en los cementerios de Londres se encuentra que la tasa de violencia es de casi el doble que en otros lugares de la Inglaterra del medievo. En un par de cementerios en York, que era también una ciudad importante en ese momento, sólo el 2,4 y el 3,6 por ciento de los cráneos tenían fracturas, respectivamente.
Un porcentaje mucho mayor de cráneos fracturados en los cementerios parroquiales
Lo más llamativo es que, como explica Krakowka, se ha detectado que esta situación está asociada a la clase social.
Hay un porcentaje mucho mayor de cráneos afectados por la violencia en los cementerios parroquiales de clase baja, si se comparan con los hallados en los cementerios monásticos. La especialista sugiere que las clases altas tuvieron acceso al sistema legal que se estaba desarrollando en la época. Sin embargo, los más pobres tuvieron que buscar formas alternativas e informales de resolver sus disputas.
Los documentos “jurídicos” de la época desvelan que existió una cantidad desproporcionada de homicidios, sobre todo los domingos por la noche, cuando muchos hombres de la clase trabajadora se relajaban en las tabernas, y el lunes por la mañana. “Esto, en combinación con mis resultados, sugiere que posiblemente los individuos de menor estatus resolvieron sus conflictos por medio de las peleas informales, que pueden o no haber sido alimentadas por la embriaguez", indica Krakowka.
“Las personas de un bajo estatus no tienen que recurrir al estado de derecho”, dice el antropólogo Luke Glowacki del Instituto de Estudios Avanzados de Toulouse, en Francia. Al no poder contratar a un abogado para representarlos, “recurren a la violencia como un medio para resolver los conflictos”.
En contraste, las clases altas sólo luchaban mediante un sistema de duelo más formal, como quizás pudieron ser los combates con espadas o las justas a caballo con lanzas, en las que los oponentes pudieron tener armaduras y yelmos para proteger sus cuerpos y cabezas.