Se acerca el 31 de octubre, el día en el que el Reino Unido abandonará la Unión Europea. O así debería ser, pero es que la incertidumbre que se cierne en Gran Bretaña ha ido en aumento desde que se celebró el referéndum en junio de 2016.

Tras la victoria del bando que quería irse del organismo europeo, David Cameron dimitió, Theresa May ocupó su lugar y desde hace varios meses es Boris Johnson quien se ha convertido en el gobernador de la nación. Y aunque principalmente él estaba a favor de quedarse en la Unión Europea, finalmente Boris Johnson cambió su discurso y ahora quiere irse sin acuerdo.

Precisamente, esto es lo que teme gran parte de la nación británica, que es consciente de que un futuro sin la alianza próxima de los países europeos podría resultar en una catástrofe económica para el Reino Unido. Pero el ministro hace oídos sordos a las demandas por establecer un acuerdo con la Unión Europea.

Boris Johnson es declarado culpable de la situación política británica

Hace poco más de un mes, el ministro británico quiso suspender el Parlamento durante cinco semanas. Todo ello, con el objetivo de evitar que se estableciese un acuerdo con la Unión Europea, y de esta forma ganar tiempo en su búsqueda de obtener el Brexit que él desea.

Desafortunadamente para sus intereses, la corte nacional declaró que sus acciones han sido "ilegales, nulas y por tanto carecen de efectividad".

Ante esta situación, Jeremy Corbyn mostró sus deseos de que Boris Johnson dimitiese del cargo, algo que el ministro ha rechazado tajantemente.

En cuanto a Jeremy Corbyn, su intención es obtener unas elecciones y tratar el tema del Brexit después de conocer los resultados. Habiéndose mostrado siempre prudente respecto a sus intenciones sobre cómo llevar a cabo el resultado de referéndum, siente que podría ser su momento para imponerse ante la caída de popularidad de Boris Johnson.

Jo Swinson podría ser la sorpresa en las próximas elecciones británicas

Las elecciones de 2017 dejaron claro que la batalla era entre cnservadores laboristas, como había sido tradicionalmente. No obstante, durante la primera década de los 2000, la elección de Nick Clegg supuso un auge para la popularidad del partido.

Categorizado como carismático y progresista, Nick Clegg parecía la opción clara para acabar con los partidos que más poder han tenido tradicionalmente en el Reino Unido.

Finalmente, las esperanzas de sus seguidores se desvanecieron y el los Lib Dems volvieron a quedar en el ostracismo.

Hasta que, recientemente, ha surgido la figura de Jo Swinson, quien se ha declarado a favor de la lucha contra el cambio climático, la eliminación de las desigualdades sociales y está mostrando una postura tajante frente al Brexit. Así, ha logrado ganar puntos en las encuestas y podría ser la gran sorpresa en próximas elecciones.