Hablar del Liverpool por Jurgen Klopp es, constantemente, analizar nuevas marcas que se van batiendo. Sin haber perdido un partido de Premier League desde enero de 2019 el equipo del norte de Inglaterra se encamina irremediablemente hacia la conquista del campeonato.
En este trayecto de grandes exhibiciones, como las victorias ante el Arsenal, Manchester City, Leicester o ayer ante el eterno rival, el equipo dirigido por el técnico alemán ha conseguido ser el conjunto con mejor inicio de la temporada en la historia de las grandes ligas.
Por otra parte, y aunque no fuese en el campeonato doméstico, no hay que olvidar los encuentros memorables ante el Barcelona, Bayern de Munich y PSG, todos ellos durante la pasada edición de la Champions League.
Ese torneo que encumbró definitivamente a Jurgen Klopp a los altares en la zona roja del Merseyside.
Rock & Roll al estilo Klopp
Sus dos acérrimos rivales, Everton y Manchester United, no han sido capaces de ofrecer demasiadas complicaciones al Liverpool durante esta temporada. Cierto es que los Red Devils han sido los únicos capaces de robarles puntos a los pupilos de Klopp, aun así, la diferencia es abismal como se vio reflejado en el encuentro de Anfield.
Tras el tempranero gol de Van Dijk, que batió a De Gea con un impecable testarazo, el Liverpool siguió atacando y las ocasiones se sucedieron constantemente para el desaliento de los visitantes.
De esta manera, Firmino y Oxlade-Chamberlain anotaron en la primera parte, aunque ambos goles fueron anulados, el primero por una presunta falta sobre De Gea, y el segundo por un fuera de juego milimétrico.
Tras el descanso, Salah falló en área pequeña, Henderson golpeó el poste, mientras que Firmino y Mané se asociaban con éxito pero erraron el remate.
La carrera eterna de Salah
Todo ello hasta que, en el último minuto de encuentro, Salah se plantó solo ante De Gea, le batió por bajo, se quitó la camiseta y se desató el delirio en Anfield.
Fue el primer gol del egipcio ante el Manchester United con la camiseta del Liverpool
Mientras el guardameta Allisson era el primero en abrazarse con su compañero tras una carrera de 90 metros, los aficionados enloquecían en las gradas, a sabiendas de que la primera Premier League de su historia está cada vez más cerca.
Porque el Manchester City, su más cercano perseguidor, se encuentra a 16 puntos y habiendo disputado un partido más.
Guardiola mostró su rendición hace unas semanas en rueda de prensa, y aunque el competitivo técnico catalán es un artista a la hora de añadir presión a sus rivales, seguramente ni él mismo crea que existe la más ligera posibilidad de arrebatarle de nuevo el título a Klopp.