Fiscales mexicanos han encontrado una de las mayores fosas comunes descubiertas hasta la fecha en México. Cabe destacar, que los Cárteles mexicanos de la droga suelen utilizar este tipo de tumbas clandestinas para deshacerse de sus víctimas. En total, 166 cráneos han sido hallados. Jorge Winckler, ha dicho que por razones de seguridad no revelaría la ubicación exacta del sitio. No obstante, se sabe que el paradero se encuentra en las localizaciones del Estado de Veracruz, en la costa del Golfo de México.

Winckler asegura que los cuerpos fueron enterrados hace por lo menos dos años y no descarta encontrar más.

Asimismo, afirma que los investigadores habían encontrado 114 tarjetas de identificación en el campo, que contenían alrededor de 32 fosas comunes. También se ha recuperado ropa y objetos personales de los cadáveres, pero los investigadores se centran ahora en la identificación de los cráneos.

Sobre esto Winckler asegura que los fiscales encontraron las fosas después de que un testigo les revelara que "cientos de cuerpos" fueron enterrados allí. Para localizar los pozos, los investigadores utilizaron drones, sondas y radares de penetración.

Cabe recordad que Veracruz fue escenario de sangrientas batallas territoriales entre los Zetas y los cárteles de la droga de Jalisco, pero el Estado también sufrió olas de secuestros y extorsiones.

Winckler dijo que los familiares de víctimas desaparecidas no fueron invitados a participar en la búsqueda pero sí les mostrarán fotos de los objetos encontrados en el sitio en un intento de ayudar a identificar los restos.

No era la primera vez que alguien con conocimiento de fosas comunes revelaba su ubicación. En 2016 y 2017, los investigadores de Veracruz encontraron 253 cráneos y cuerpos en fosas comunes en las afueras de la capital del Estado después de que los familiares de las personas desaparecidas dijeran que recibieron un mapa dibujado a mano por alguien que detallaba la ubicación de las tumbas.

En 2011, la policía encontró 236 cadáveres en pozos funerarios en la capital del norteño estado de Durango, que también se llama Durango.

Un total de 193 cadáveres fueron encontrados en el pueblo de San Fernando en el Estado de Tamaulipas, al norte de Veracruz. Los funcionarios dicen que la mayoría de ellos eran migrantes mexicanos que se dirigían a Estados Unidos y que fueron secuestrados en autobuses y asesinados por el cártel de los Zetas.