La conversión monetaria obligará a la banca venezolana paralizar el servicio durante 24 horas, desde las 18:00 hora local del domingo (22:30 en Madrid), anunció el jueves el ministro venezolano del Interior, Justicia y Paz. La suspensión del servicio tiene lugar en el marco del proceso de reconversión monetaria anunciado por el presidente Nicolás Maduro, que a partir del 20 de agosto eliminará cinco ceros al actual bolívar fuerte para convertirlo en el bolívar soberano.
Comienzan a distribuir nuevos billetes en el país
A raíz de la reconversión monetaria, el Gobierno venezolano declaró el día 20 de agosto como día festivo y ya anunció que los pagos a jubilados y pensionistas tendrá lugar entre los días 23 y 25 de este mes.
Según el ministro Néstor Reverol, el Gobierno venezolano y la banca pública y privada establecieron un plan de seguridad bancaria, con seis rutas terrestres y cinco rutas aéreas, para el control y distribución de los billetes.
"Vamos a ser rigurosos en la supervisión y en el cumplimiento, para que las notas del bolívar soberano, lleguen directamente al pueblo", dijo el gobernante. A finales de marzo, el presidente Nicolás Maduro anunció que eliminaría tres ceros al bolívar para dar lugar al bolívar soberano a partir del 4 de junio.
La reconversión fue luego aplazada por 60 días y el pasado 26 de julio el jefe de Estado anunció que en vez de tres se eliminarían cinco ceros a partir del 20 de agosto.
De acuerdo con el líder venezolano, la nueva moneda va a estar indexada al petro, la cripto moneda venezolana, "para estabilizar y cambiar la vida monetaria del país de manera más radical".
Otras medidas económicas anuncia Maduro
Como parte de las medidas para estabilizar la economía, Maduro firmó un decreto para eximir de impuestos, por un año, las importaciones de algunas materias primas, desde consumibles y materiales para la agroindustria, hasta piezas de repuesto, equipos y productos manufacturados.
El jefe de Estado justificó la medida con el propósito de facilitar las transacciones bancarias.
Según el Fondo Monetario Internacional, Venezuela deberá registrar una inflación anual, a finales de 2018, del 1.000.000% (un millón por ciento). A pesar de que Venezuela tiene una de las mayores reservas certificadas del mundo, de petróleo y de gas, está inmersa en una crisis política económica y social que ha llevado a miles de personas a abandonar el país.
La población se queja de falta de productos básicos, alimentos y medicamentos, pero también de que cuando los alcanza los precios son inaccesibles, teniendo en cuenta los bajos salarios locales. El Gobierno del Presidente Nicolás Maduro ha distribuido bolsas de alimentos a precios subsidiados entre las clases más pobres.