En los últimos meses se ha registrado un incremento notable de las temperaturas y no solo en países tropicales, usualmente calientes. De manera preocupante se nota también un aumento de las temperaturas en países tradicionamente conocidos por inviernos fríos y veranos con temperaturas moderadas.

El fenómeno está siendo monitoreado desde mayo de este año, y ha afectado países como Rusia, Reino Unido o Canadá. En el norte de Siberia se han alcanzado temperaturas de hasta 40ºC, las cuales se registraron este pasado junio, las temperaturas más altas en los últimos cien años.

Los cambios extremos de temperatura registrados en estos últimos meses han motivado a expertos a pronunciarse. Se ha descrito como un evento de calor extremo en las regiones septentrionales, cuyos efectos podrían traer consecuencias que se están monitoreando.

Veranos calientes y otros efectos colaterales

Países como Reino Unido e Irlanda, llevan semanas sin lluvia, originando una sequía poco usual en esas naciones tradicionalmente lluviosas. Esta falta de lluvia está trayendo problemas a los ganaderos y agricultores por falta de alimentos para el ganado vacuno.

En el Líbano, el hábitat en el que florecen los cedros se da en las temporadas de inviernos fríos. Por el aumento de las temperaturas, se restringen cada vez más las zonas adecuadas para el desarrollo de estos árboles, con el inminente peligro de desaparición de los famosos bosques de cedros.

Esta inusual ola de calor puede o no haber sido causada por las emisiones de carbono, pero se ajusta a la definición de un cambio global. El cambio más dramático está ocurriendo en Siberia, cuya ola de calor está afectando la costa de la región ártica. En general se ha registrado un incremento de la temperatura y una disminución de los niveles de precipitación.

El derretimiento y la inestabilidad de la zona ártica afecta a todo el hemisferio norte. Se prevé que se producirán olas de calor prolongadas, y también olas de frío. También ocurrirán lluvias intensas y descontroladas como las de Japón.

Los cambios del clima observados, motivados por las olas de calor, también incrementan el desplazamiento forzado de la población hacia zonas de mejores condiciones climáticas, que favorezcan las actividades de agricultura y ganadería.

El origen de los veranos calientes

Estas alteraciones del clima son consecuencia del fenómeno conocido como cambio climático, que podemos resumir como un cambio en las estadísticas meteorológicas habituales de cada región. Estas alteraciones climáticas se pueden producir por varias causas, usualmente atribuidas a la actividad humana.

Estos fenómenos que observamos hoy día no pueden ser vistos aislados, deben ser estudiados en el tiempo, con datos pasados y correlacionar con los datos de los próximos años. Pudieran ser algo aislado, vinculado a los movimientos de las masas de aire, y no ser consecuencia directa del calentamiento.

Otros años también se ha sentido calor en Siberia, lo que llama la atención es que sea recurrente. Esto podría permitir predecir que ciertamente la Tierra se está calentando, y de forma más prominente en las regiones ubicadas hacia el polo Norte.