Todo indica que la intención del primer mandatario de Nicaragua, Daniel Ortega, de negociar es cada vez más limitada, puesto que en las últimas horas se le ha visto con un discurso amenazante y un poco subido de tono. En esta oportunidad sin ningún tipo de respeto arremetió en contra de la Iglesia católica y los ha catalogado de golpistas. A su vez manifestó públicamente que pretende expulsar a los representantes católicos de la mesa de diálogo para buscarle un freno a la crisis de Nicaragua.

Es importante recordar que desde el pasado mes de abril más de 350 personas han perdido la vida y miles de nicaragüenses han salido a diferentes manifestaciones en las calles de la capital centroamericana.

Muchas regiones se han declarado en contra de las políticas arbitrarias impuestas por Ortega.

Después de las nefastas declaraciones de Ortega, la sociedad civil organizada convocó a una manifestación en apoyo a la Iglesia y a los obispos. Dicha convocatoria fue acatada por miles de personas que salieron a las calles a alzar su voz de protesta en contra del lenguaje agresivo del primer mandatario.

Negociaciones abiertas desde el 18 de mayo

La mesa de diálogo con distintos sectores de la economía nicaragüense se instaló en conjunto con representantes de la Iglesia, campesinos, reconocidos empresarios, sindicalistas, estudiantes e incluso un par de académicos que desde el pasado 18 de mayo han estado en constante diálogo para advertirle al presidente Ortega sobre las posibles consecuencias de lo que ellos consideran malas decisiones.

Sin embargo, a Ortega pareciera importarle poco los temas que se tratan en la mesa de negociación porque como es evidente no llegan a ningún acuerdo los representantes del gobierno con la oposición.

Por ello se han tenido que trasladar diferentes organizaciones internacionales y defensores de los derechos humanos hasta Nicaragua para verificar de primera mano los niveles de violencia, además de documentar la situación real que están viviendo los ciudadanos.

Las negociaciones han estado estancadas, los representantes de la oposición alegan que mientras continúe Ortega manteniendo un lenguaje amenazante y autoritario en contra de los mediadores, en este caso la Iglesia no se podrá avanzar. Tal parece que el mandatario lo único que le interesa es poner en práctica su política sin importarle las opiniones del pueblo.

Políticas similares a las impuestas en Venezuela

Curiosamente lo que ocurre en Nicaragua, es similar a lo está atravesando Venezuela desde la llegada de Chávez al poder. Es importante recalcar que no en vano Ortega maneja el mismo lenguaje que manejaba el fallecido presidente Fidel Castro al igual que Hugo Chávez y que el actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

Lo que se deben preguntar los nicaragüenses afectos al gobierno es: ¿realmente quieren apoyar a un gobierno que no está dispuesto a negociar? Es necesario observar un poco la situación precaria que están viviendo los venezolanos y compararla con la actual en NIcaragua.