La política anti inmigratoria desplegada por Donald Trump, denominada “tolerancia cero”, sigue generando polémica. El pasado jueves venció el lapso establecido por la jueza, Dana Sabraw, para que la administración Trump reunificara con sus familias a más de 2.500 Niños y adolescente separados de sus padres. Dicha separación se produjo por la detención de los padres de los referidos menores de edad, por encontrarse en condición de inmigrantes indocumentados en la frontera entre EE.UU. y México.

Las separaciones familiares originaron una ola de protestas y manifestaciones dentro de Estados Unidos.

La Casa Blanca ha sido uno de estos escenarios, en donde el pasado 30 de junio se concentró un grupo considerable de personas para exigir al Gobierno de Donald Trump, que reuniera a las familias de inmigrantes indocumentados, separadas de sus hijos. El mismo tipo de protestas se presentó en las ciudades norteamericanas de Portland, Dallas y Boston.

Una jueza federal ordena que los niños deben ser entregados a sus padres

La magistrada Sabraw fue contundente en su decisión. Los 2.500 niños y adolescentes recluidos tras la separación con sus padres, debían ser entregados a sus progenitores en el siguiente orden: primero los menores de 5 años, para luego proceder a entrega de los niños de edades comprendidas entre 5 a 18 años.

De este grupo, lograron ser puestos en custodia 1.820 niños y adolescentes, quienes se encontraban recluidos en los albergues de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR).

Del grupo original, restan 711 menores de edad por ser entregados a sus padres. Al respecto, el Gobierno de Trump afirma que este grupo no pudo ser reunificado.

Lo anterior es debido a que no se ha podido demostrar el vínculo jurídico-familiar entre los niños y quienes dicen ser sus padres o representantes legales. Los otros elementos esgrimidos para no cumplir con la entrega de los niños es que los padres:

  • Presentan antecedentes penales.
  • Padecen una enfermedad que pudiera resultar contagiosa para los niños.
  • Simplemente no ha sido posible localizarlos por haber sido deportados.

El Acuerdo Flores como medida de protección para los menores de edad

La norma invocada por Sabraw para su decisión es el Acuerdo Flores del año 1997.

Dicho acuerdo estableció, entre otras cosas, que las autoridades federales no pueden mantener recluidos en centros de reclusión a menores de edad, en condición de indocumentados, por más de 20 días. El fiscal general norteamericano, Jeff Sessions, introdujo un recurso de interpretación ante el Tribunal de Distrito de EE.UU. para el Distrito Central de California, a objeto de extender el lapso que podían permanecer los menores de edad en detención, pero tal recurso fue desechado.

Ante este escenario, el Gobierno de Trump se enfrente a la difícil tarea de ubicar a los padres de los niños que aún se encuentran en estado de reclusión y debe proceder a su entrega y reagrupación familiar. Caso contrario, el mandatario norteamericano y su tren ejecutivo en materia de inmigración podría enfrentarse a una pena por desacato a lo ordenado por un juez federal.