Es el segundo director del FBI en ser despedido, de toda la historia de la institución. Un gigante de poco más de 2 metros de altura, con un magnífico expediente a su espalda, un buen recuerdo en muchos agentes y una voluntad que le ha llevado a no amilanarse ante el mismísimo presidente Trump.

Fue este quien le echó del puesto en mayo del año pasado. No solo eso, sino que le criticó desde su intempestiva cuenta personal de Twitter y en alguna que otra entrevista. Ahora, la pelota queda en el campo del ex director James Brien Comey, ya que presentará, en pocos días, un libro donde criticará las formas y decisiones de su presidente.

Una piedra más contra la desfachatez de Donald Trump

No hace tanto que lo decía el (ficticio) agente Mulder, en Expediente X: “El mundo se va al infierno y el presidente está trabajando para que el FBI se vaya con él”, en una alusión directa a la administración Trump. Una vez más, parece que la ficción se queda un paso detrás de la realidad.

Comey ha adelantado algunas páginas de su libro, en lo que parece que será una nueva pedrada contra una personalidad apabullante y avasalladora. Aro por el que Comey no entró. Según cuenta, cuando le presentaron a Trump, ya presidente, las condiciones fueron de acoso y derribo.

Ambos cenaron solos en una sala de la Casa Blanca y Trump le sondeó, buscando sus puntos débiles, tanteándolo y, finalmente, exigiéndole lealtad. Comey no cedió y se mantuvo en sus trece, como defensor de la verdad y la justicia.

En otras ocasiones había estado ante un presidente de los EEUU y no se había apeado de sus fuertes valores e ideales.

Sabemos de algún episodio. Por ejemplo, el 11 de marzo de 2004 no autorizó un programa de escuchas indiscriminadas y espionaje global. Ni siquiera ante las presiones del presidente George W. Bush.

Elegido por Obama, despedido por Trump

No es normal que un presidente eche al director del FBI y, menos, que lo denigre públicamente, a continuación.

Pero es lo que sufrió James. Elegido por Obama en 2013, su imagen es la de un fiel defensor de la ley, un hombre firme que no se deja llevar por la política y que defiende su postura hasta las últimas consecuencias.

El 9 de mayo de 2017, Trump le echó de su puesto después de varios meses de presiones. Ahora, el ex director, después de sus declaraciones ante el Comité de Inteligencia del Senado, publica un libro. A trump le esperan semanas de lectores en su contra y alguna que otra revelación que solo confirmará su personalidad arrogante.