Con el 51,37% de los votos, los ciudadanos turcos han decidido apoyar la reforma política más importante de toda su historia. Los resultados del referéndum difundidos por la agencia Anadolu, dan el apoyo a las 18 enmiendas constitucionales por las que, entre otras, el sistema parlamentario se convierte ahora en uno presidencialista. Aunque la victoria ha sido mínima, Erdogan ha llamado a la unidad y ha establecido el 2019 como inicio de aplicación de la reforma.
"Empieza una nueva era", ha declarado en rueda de prensa. Y es cierto, pues las numerosas medidas establecidas producirán un cambio como no se había visto hasta ahora en Turquía. El poder ejecutivo y el poder legislativo se enfrentan a las principales reformas. El cargo de primer ministro queda abolido, será el presidente quien establezca su gabinete. El Parlamento suma miembros: de 550 a 600, así como se aumenta la edad mínima para acceder al mismo que será de 18 años (hasta ahora se mantenía en los 25 años).
Recep Tayyid Erdogan adquiere amplios poderes, pues entre las reformas expuestas se encuentra la abolición de las cortes militares.
Una de las medidas que se impondrá de inmediato es la centrada en la neutralidad del presidente. Hasta ahora, una vez en el poder éste tenía que eliminar cualquier tipo de lazo con su partido. Sin embargo, tras la votación en referéndum, el presidente no tendrá que ser neutral y podrá continuar afiliado a su organización política.
Los que han votado sí, sostienen que las reformas construirán una “Turquía fuerte”. Y defienden el amplio poder del presidente frente a los gobiernos de coalición de los años 90 que sumieron su país en una gran crisis económica. Creen poder evitar el levantamiento de la población civil que dio paso al golpe de estado y tildan a la constitución de anticuada. En palabras de Muhammet Emin Akbaşoğlu, legislador del AKP (Partido de la Justicia y el Desarrollo), "habrá más estabilidad, Turquía ya no perderá más tiempo, se acabarán las dudas y las cosas que pueden causar inestabilidad y se pondrá en forma el aparato del Estado, dejando a un lado las partes que funcionaban de manera defectuosa".
Pese a los resultados obtenidos, la oposición denuncia ciertas irregularidades durante las votaciones. Entre ellas, la ocurrida minutos antes del recuento de la Comisión Electoral Suprema, que proclamó que aceptaría todos aquellos votos que no estuvieran sellados por la mesa electoral.
Como la oposición, muchos otros ciudadanos turcos –un 48,63%- temen que el sistema acabe convirtiéndose en un régimen autoritario. Burocracia, policía, militares, miembros del poder judicial y académicos son los sectores que más sufren las purgas del gobierno, que con la victoria en este referéndum continuará con los arrestos y las detenciones llevadas a cabo hasta ahora. Bülent Tezcan, legislador del CHP (Partido Republicano del Pueblo), afirma que el sistema "democrático de Turquía será reemplazado por el gobierno de una sola persona".
Que tendrá en sus manos el poder ejecutivo, judicial y el legislativo.
Twitter como canal de debate
Una vez hechos públicos los resultados electorales miembros del Parlamento Europeo han mostrado su completa oposición a las reformas que se llevarán a cabo tras la victoria de Erdogan.