La papa es rica en potasio, fósforo y magnesio, aporta vitaminas C, A, B1, B2, B6, ácido fólico y hasta hidratos de carbono. En la piel o cáscara se encuentra muchas de estas propiedades, por lo que en esta receta se cocinarán las papas si pelarlas, es decir con la piel. Lamentablemente la mayoría de las personas no se acostumbra a comer los vegetales con la piel o cáscara y no saben la cantidad de nutrientes que están desperdiciando.
Receta de papas rellenas horneadas para 4 personas
4 papas grandes.
1 cebolla finamente cortada.
1 grano de ajo.
½ taza de cilantro cortado.
1 ají cortado.
½ taza de queso mozzarella rallado.
1 cucharada de aceite.
Preparación de las papas rellenas
Las papas con la piel deben estar bien lavadas y se cocinan enteras hasta que estén blandas. Una vez listas y frías se le corta la parte de arriba dejando una tapa que luego usaremos. Con cuidado le extraemos el relleno a las papas dejando las paredes como de 1 centímetro de espesor.
Con esa porción que hemos extraído de las papas lo trituramos y hacemos un puré. Aparte en un sartén con aceite cocinamos las cebollas, ajo, ají, sal y pimienta y movemos hasta que estén cristalina las cebollas, por último, el cilantro, apagamos y mezclamos todo junto con el puré. Por último rellenamos las papas con esta mezcla y como toque final el queso mozzarella y cubrimos con la tapa que ya teníamos cortada para llevar al horno por unos 20 minutos.
Estas papas pueden ser acompañadas con la carne que desees, por ejemplo con chuletas de cordero o cerdo en salsa agria y dulce y pan tostado con mantequilla. Cómo es una receta que se prepara al horno, la cantidad de grasas saturadas es muy mínima, por eso es recomendable que la carne también sea preparada lo más sana posible.
Una ensalada de repollo con zanahoria, yogurt y pasitas sería perfecta para este plato.
Una papa rellena puede aportar hasta unas 110 calorías por lo que es una comida bastante nutritiva. Dependiendo del tamaño de la papa, algunas personas se comerán dos o tres. Los nutrientes presentes en la piel o cáscara de la papa son el potasio, que juega un papel importante en el equilibrio electrolítico en el cuerpo, vitamina C, tiamina, riboflavina y niacina solubles en agua, además de mucha fibra por lo que debemos hacer todo lo posible por no desperdiciarlas, y sin olvidar que ayuda en la digestión y en la eliminación de microbios ya que la cáscara de la papa es un antioxidante muy potente.
