El fútbol club Barcelona es uno de los equipos más prestigiosos de la última década, no solo por su excepcional desempeño en las copas, sino por la gran comercialización que ha tenido en todos sus aspectos, y por tener a grandes estrellas del fútbo, como es el caso de Andrés Iniesta, quien es centrocampista y capitán de este equipo.

Pues Iniesta, más allá de las maravillosas hazañas que ha logrado con su éxito en el desempeño de su carrera, ha incursionado en otras proezas empresariales que poco a poco han ido cosechando el éxito merecido. Y es que hablamos de sus propias bodegas de vino, que fundó en el año 2010, en Fuentealbilla, España, el cual es su pueblo de origen y llevan por nombre “Bodegas Iniesta” , ha logrado el reconocimiento en todo el país por la calidad de sus vinos.

Crecimiento comercial de las bodegas

Y es que como todo nuevo proyecto empresarial, los primeros años siempre son duros y difíciles de asimilar, se trabaja en pro de dar a conocer la marca, mostrar la calidad del servicio y por supuesto en captar y atraer la mayor cantidad de clientes con un servicio innovador y atractivo para el mercado.

Así fue como Andrés Iniesta con paciencia fue dando a crecer sus bodegas, al punto que hoy en día están incursionando en el mercado extranjero, logrando alcanzar el objetivo de vender más de 1 millón de botellas anuales, expandiendo las 90 hectáreas con las que comenzó hasta tener aproximadamente 200 hectáreas de cosechas, lo cual ha tenido un efecto bastante positivo para el pueblo donde reside dicha industria, otorgándole una fuente de empleo bastante alta a los habitantes de Fuentealbilla.

Expansión internacional

A través de la exploración dentro del mercado internacional, los vinos de Iniesta han marcado un impacto bastante proliferante en el continente asiático, especialmente en países como China y Japón, donde en este último se celebró recientemente un concurso de vinos que tiene por nombre “Sakura”, donde España e Iniesta se hicieron presentes.

Lo curioso de este concurso es que era solo para mujeres, ya que ellas serían las encargadas de verificar, criticar y premiar a los vinos participantes.

Es aquí donde Iniesta se ganó los corazones de las japonesas ya que a través de dos de sus vinos que llevan por nombre “Corazón loco” y “Finca el Carril” se llevaron cuatro medallas de oro lo que logró un significativo avance comercial para las Bodegas Iniesta.

Este concurso que celebraba su quinta edición, estaba inspirado en principios que busquen incluir y afianzar la participación de mujeres en la industria del vino y es por ello que eran ellas quienes tenían el poder de decidir a los ganadores.