Diseñar o habilitar barrios y espacios amigables dentro de un modelo arquitectónico y social integrado en una ciudad moderna, inteligente, cálida,cohesionada, soñada no debe ser solo un objetivo a corto plazo, sino un logro actual.

Achacamos al exceso de tráfico rodado todos los males de los atascos matutinos y vespertinos en la salida de las ciudades hacia las zonas industriales, escolares o comerciales, así como el consiguiente stress de los trabajadores que acuden a sus empleos y de los estudiantes que marchan a sus centros de estudios.

Nos quejamos a nuestro gobierno local correspondiente por la posible falta de inspección administrativa en la concesión de licencias a las inmobiliarias para edificar bloques y bloques de viviendas.También nos quejamos a las asociaciones de vecinos porque tal vez no solicitan suficientes reformas a la administración local.

Achacamos a los ingenieros que no diseñan carreteras funcionales y, posiblemente, también apelamos a la responsabilidad de los conductores desaprensivos, que no permiten circular con holgura a los demás.

Nos lamentamos, por añadidura, de la carestía de las viviendas en la almendra central de nuestras ciudades, que impide a los jóvenes vivir en el barrio donde crecieron y les obliga a buscar vivienda en los distritos periféricos de su ciudad o incluso en otras adyacentes de otros municipios. De tal forma sucede ésto, que el cogollo histórico y clásico de las urbes se va quedando en manos de hoteles, establecimientos de ropa y empresas de inversión en inmuebles, no en vecinos que han nacido y vivido en el mismo.

y que tienen que abandonar sus calles de referencia por falta de accesibilidad o subidas draconianas del precio que pagan por el alquiler.

Vivienda comprada o de alquiler

El dilema entre optar por vivienda en alquiler o vivienda comprada, evidentemente, depende de:

a) el nivel de renta,

b) de la costumbre o conveniencia social en el entorno

c) de las facilidades para obtener crédito

d) incluso del empleo, estable o provisional de la persona que busca piso,

e) también,cómo no, de la situación personal de la misma, esto es, si solo va a pagar con su salario o puede ayudarle a ello su pareja o un familiar, y

f) de las necesidades de espacio que se precisen por número de hijos o familiares mayores a su cargo.

Es importante para solucionar ambos problemas, el del embotellamiento de tráfico y el del abandono del centro por parte de las familias, diseñar un modelo de ciudad a medio plazo e invertir tiempo, dinero e inteligencia en ello. Ocurre así que el porvenir llega mucho antes de lo que se piensa, y para entonces ya se han asentado en los campos las casetas de obra y las banderolas que exhiben las empresas de construcción, y a veces, los primeros y aguerridos propietarios o inquilinos de viviendas, impidiendo un diseño amplio y tranquilo de los barrios nuevos, ejecutado por técnicos especialistas.

No solamente los arquitectos deberían estar convocados en este diseño, sino un conjunto de profesionales diversos: ingenieros, sociólogos, profesores, artistas, jardineros, pequeños y grandes empresarios. Por supuesto, en este cónclave de estudio y diseño es de importancia capital la voz de las familias, también la perspectiva de género y la exigencia obligatoria de accesibilidad para todo el mundo.

La voz de las familias es un clamor dentro de cada casa, pero se le brindan pocas oportunidades para manifestarse y recogerse por escrito. En general, las familias quieren tranquilidad y seguridad en sus hogares. No soportan el constante ruido del tráfico de las autovías, el de los semáforos, el del tren pitando y acelerando a dos pasos de sus ventanas.Tampoco el de los vecinos que escuchan o tocan música a horas intempestivas.

Por supuesto,de ninguna manera, el de las personas que viven en el mismo portal que organizan fiestas nocturnas o los que realizan obras caseras importantes los fines de semana, tirando tabiques o taladrando paredes.

Las familias requieren también seguridad para sus pertenencias. No siempre, por precio, pueden recurrir a la instalación de alarmas antirrobo unifamiliares o colectivas, ni pagar a un conserje 365 /24, pero desean evitar expolios o hurtos en sus hogares, así como invasión de zonas comunes e intrusismo de personas en las mismas, bien sea en los trasteros, en los jardines, en la piscina, el ascensor o en el propio portal de entrada a la comunidad de vecinos. La educación ciudadana es vital para convivir e ilustrar este aspecto, pues hay que evitar colocar bicicletas, macetas y desde luego basuras en las zonas de paso o comunes, para la mayor fluidez en los accesos a las viviendas, por muy prácticas o bellas que nos parezcan nuestras flores, y muy práctico que nos resulte dejar los carritos de bebé o compra en el rellano del portal.

La perspectiva de género, tan injustamente olvidada, es primordial, en el diseño de los barrios amigables.Las mujeres, de manera tradicional, han pasado muchas horas en sus casas, y desde luego, en sus cocinas .Luz en este habitáculo es esencial para trabajar en el mismo y hasta para sonreír o ver un trozo de calle, un árbol, un pedazo de cielo, cualquier cosa que nos enseñe el mundo exterior. Si es verde y natural lo que nos muestra, mejor que mejor.

Las mujeres diseñaríamos mas rampas en las entradas a nuestras casas o bloques de apartamentos, más ventanas, más terrazas, más tendederos, más luz en la cocina y en los cuartos de dormir, no solo en el salón. Compraríamos muebles más ergonómicos y funcionales, romos, fáciles de limpiar.

Daríamos más amplitud a las habitaciones, donde vamos a instalar cunas, escritorios de estudiantes y desde luego elegiríamos armarios roperos, despensas y estantes con gran capacidad y no demasiado altos. Ley 49/60 de 21 de julio sobre la propiedad intelectual.

Accesibilidad de obligado cumplimiento

La accesibilidad, a pesar de ser de obligado cumplimiento en la mayoría de las legislaciones nacionales y ser de importancia capital en los reglamentos locales, se transgrede a manos llenas, tanto por los poderes públicos como por los privados.De esta manera, se condena a personas mayores o inválidas a no salir a la calle por no instalar un ascensor en la comunidad, que, desde luego, grava las Economía de las familias por las altas derramas con que debe costearse, pero es completamente necesario y también, por ejemplo, se impide asistir a clase, o en todo caso hacerlo con mucha dificultad, a los alumnos o alumnas que, por estar lesionados, no pueden subir la escalinata de entrada de sus centros de estudio.

Los ayuntamientos toman decisiones económicas, las cuales afectan a individuos que sienten, padecen, piensan y precisan vivir en comunidad, respirar aire limpio, llegar puntualmente a sus trabajos, divertirse, pasear por el entorno en el que viven, relacionarse y divertirse. Por tanto, las decisiones económicas sobre nuestros barrios deben contemplar esta visión de futuro, porque de ello dependerá nuestra comodidad, nuestra vida social, y en definitiva nuestro agrado y amor por la ciudad que nos acoge.

El modelo político y técnico ciudadano debería mostrar barrios cohesionados, cálidos, con buena movilidad para vehículos y personas. Tendría que diseñar transportes seguros, baratos y equipamientos públicos homogéneos para todos los vecinos, que garanticen la dignidad y la salud de la población, y especialmente la igualdad entre los habitantes de una misma urbe, vivan en la zona de ésta en que vivan.

Nada de esto se consigue sin un modelo definido de ciudad con barrios amigables y cohesionados, homogéneos en su cuidado y trato, donde los más deteriorados sean los que más recursos reciban.Debemos encontrar un modelo previo a la construcción de calles y bloques de viviendas,no posterior, desde luego, cuando los vecinos se han asentado en los mismos, donde los profesionales de la Arquitectura y de la integración social hayan intervenido en el mismo.