La mayoría de la población del mundo vive en ciudades ya sean pequeñas, de tipo medio o en megalópopolis como El Cairo o Nueva Delhi. Esta tendencia no tiene más de cien años, pues históricamente, el medio rural, cercano a la madre tierra, a la naturaleza, a los ríos, a la montaña, a la cosecha generadora de alimento, era el preferido por la humanidad entera para asentarse y desarrollarse.

Estas ciudades que representan nuestro hogar y en muchos casos el de nuestros antepasados y descendientes, han surgido y crecido de distintas formas.

Veamos algunos modelos de urbanismo:

A) Modelo planificado versus modelo anárquico. Es evidente que el empuje torrencial de la inmigración ha sido la causa del crecimiento exponencial de las favelas en Sao Paulo. Indudable, también, que la huida de la guerra de Siria ha condicionado la provisional, pero duradera en el tiempo, instalación de campamentos de refugiados en la isla griega de Lesbos. Y está demostrado que las ciudades mediterráneas, referentes del turismo internacional, concentran, en muchos casos, las mayores densidades de rascacielos por metro cuadrado de la Unión Europea. Las avalanchas de población, por tanto, posibilitan un desarrollo anárquico de las ciudades, que no es el ideal para incrementar el nivel de vida de los habitantes, ni para hacerlo permanente, pues en algún momento, con o sin intervención de la autoridad, los problemas de convivencia y contaminación, estallan.

Ciudades como Amsterdam, edificada entre canales, y Buenos Aires, trazada a cuadrícula, son el paradigma de un modelo urbano planificado, ajustado al entorno y a los recursos disponibles, donde la responsabilidad de la administración local toma cartas en el asunto desde un primer momento.

B)Modelo centrado en un punto geográfico natural y favorable versus modelo centrado en un cruce artificial de caminos.

Históricamente, todos los poblamientos humanos se han asentado sobre ríos, oasis, playas, bosques o montañas defensivas, para la mejor obtención de recursos: agua potable, pesca, madera, carne, refugio. Así, París se asienta a lo largo de las orillas del Sena y Roma en las del Tíber, pero también se han fundado ciudades en lugares estratégicos, en valles próximos a las montañas, como Madrid, a mitad de camino entre éstas y la capital del reino en ese momento, Toledo.

La Paz en Bolivia se erige a 3.600 metros sobre el nivel del mar y Merzouga se levanta en pleno desierto del Sahara, lo que ilustra sobre la voluntad expresa de edificarlas en un modelo conveniente y premeditado, no basado siempre en las óptimas condiciones naturales.

C)Modelo de poblamiento o caserío concentrado. Benidorm, en la costa levantina española, es el claro ejemplo de la optimización de recursos: conducción de aguas, electrificación, fibra óptica para Internet en un espacio acotado a dos playas, aplicados a una de las mayores densidades de construcción de rascacielos de Occidente, lo que abarata costes de explotación.. Londres es el polo opuesto, una ciudad diseñada in extenso, con viviendas unifamiliares de una o dos alturas, con calles salpicadas de parques y zonas verdes, en un modelo fiel al de la reconstrucción de la ciudad tras su gran incendio en 1666.

D)Modelo geométrico: concéntrico, radial, rectangular. Algunas ciudades han crecido en torno circular a un templo, un manantial, una escuela. Otras han trazado calles radiales desde un punto central y así se han ido extendiendo. Otras, por ejemplo muchas de las urbes latinoamericanas, destacando Buenos Aires, han sido construidas con escuadra y cartabón, en perfectos rectángulos de manzanas de casas cuadradas y plazas similares.

E)Modelos consensuados con los vecinos o de espaldas a los mismos. Es importante este punto, por cuanto la claridad y las buenas prácticas en el Gobierno municipal pueden erradicar la corrupción y la ineficiencia en las decisiones del consistorio. Si las cuentas municipales no son transparentes, los fondos de inversión sin escrúpulos, la especulación inmobiliaria, la compra del centro por parte de comercios y no de familias es una tendencia probable.

Las decisiones del gobierno municipal han de ser lo más democráticas posibles, conciliando pareceres opuestos, en aras de la estabilidad social, tan importante como una buena perspectiva económica.

Además es preciso hermanar el centro con la periferia con transportes eficientes y ecológicos, tema que se olvida en las crecientes ciudades. Todos los barrios forman urbe y es indigno menospreciar a unos en beneficio de otros. Ofrecer el cogollo de la capital solo a central a turistas y comerciantes, a instituciones administrativas o incluso a mafias con suficientes recursos, es olvidar que la periferia precisa también un tratamiento homogéneo al del centro en cuanto a oferta de equipamientos sociales.

Los turistas pueden salir del circuito monumental y pasear por los nuevos barrios, contemplando una realidad evidente de la urbe que visitan, llena de tiendas asiáticas, de calles nuevas que reflejan ,en unos casos la capacidad económica de las clases sociales más ricas, y en otros, las carencias de las más pobres.

La periferia ofrece edificios más amplios, con mayor posibilidad de aparcamiento, dato interesante, comercios generalistas, parques gigantes, centros comerciales y de ocio, pero escasas delegaciones de las instituciones. Incluso las personas sin hogar prefieren vivir en el centro urbano, donde las distancias son más cortas, y las ayudas sociales más abundantes.

Es preciso que el cuidado al centro y a la periferia sea homogéneo, entendiendo por cuidado la limpieza viaria, el arreglo de fachadas, la recogida de basuras, la licencia de apertura de establecimientos, o la atención a los jardines públicos, para que ningún vecino se sienta discriminado por la falta de servicios municipales.

Pero el cuidado también es dar alas a la participación ciudadana, por muy precaria que se muestre al principio, es subvencionar a las organizaciones no gubernamentales cuando presten servicio palpable a la comunidad, es alentar el debate sobre el presente y futuro de los barrios, es conseguir unas fiestas populares dignas y seguras.

Implementar la mediación comunitaria en los servicios municipales Video

En cuanto al estilo de gobierno, que acabamos de abordar parcialmente, parece reseñable que mantenga en todo momento la honestidad y el seguimiento de la ley, valorando el trabajo en equipo por encima de la gloria individual, hecho que es muy variable en las ciudades del mundo. Depende del régimen político imperante en el país, de la costumbre, y por supuesto de la conciencia de cada concejal en su trabajo diario, en sus decisiones plenarias, que no puede tolerar la mentira ni las componendas.También es importante que la autoridad permita el desarrollo de los barrios, con sus peculiaridades, con sus características propias, que enriquecen a la ciudad en su conjunto

Vivimos en una sociedad que conoce al instante, en cualquier lugar del planeta, la más mínima o gran incidencia a través de las cámaras y pantallas, ya sea una manifestación política, un partido de fútbol o un concierto.

Este hecho debe inhibir a malhechores y a gobernantes irresponsables. También habitamos en unas ciudades que ofrecen franquicias del mismo nombre en distintas ciudades del mundo, así como cadenas comerciales multinacionales que se repiten en todas las grandes capitales, ofreciendo a la vez, en los cinco continentes, los mimos productos, ya sean películas, ropa o restaurantes.

En definitiva, los modelos de urbanismo inmateriales: más o menos abiertos a la ciudadanía, más o menos pendientes de los vecinos no son tan evidentes como los físicos, que se pueden observar en googlemaps, desde un avión o en un paseo en autobús, y en ello radica la ventaja y felicidad de nuestra época, en que podemos visitar, prácticamente la mayoría de las ciudades del mundo

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