Esta mañana se ha hecho pública la lista de convocados por Luis Enrique para los dos próximos encuentros de la selección española frente a Islas Feroe y Suecia. Entre los 23 seleccionados resalta un nombre en especial, el de Santi Cazorla. Después de cuatro años sin vestir la camiseta de España y tras pasar por un infierno de lesiones, el Fútbol le ha devuelto todo lo que le ha dado el centrocampista asturiano desde que debutara en Primera División con el Villarreal hace 15 años.

El jugador del conjunto valenciano se ha mostrado muy emocionado y feliz y ha confesado que se enteró de que había sido convocado por Luis Enrique gracias a sus compañeros de equipo, que corearon su nombre cuando finalizó el entrenamiento y entró al vestuario.

Cazorla: 'Ni en mis mejores deseos lo hubiera imaginado'

El campeón de Europa se mostraba orgulloso y daba las gracias a su "familia, a Juan Carlos Herranz y al cuerpo médico de Mikel Sánchez". Sin creérselo aún, mientras estaba en una nube, Cazorla ha asegurado que va a "trabajar como uno más" y que quiere "disfrutar" de la oportunidad que se le presenta después de los problemas que la ha dado su talón de Aquiles.

El futbolista afirma que su mayor deseo era volver a la primera fila. Y lo ha conseguido. En 2013 comenzó a tener problemas en el talón derecho tras un partido que enfrentó a España y Chile. Esa temporada la jugó con dolor, como admitió el propio Cazorla, pero la jugó. En 2015 se rompió el ligamento externo de la rodilla izquierda y el reposo hizo que se agravaran sus problemas en el talón.

Cuando volvió tras recuperarse de la lesión de rodilla, se dio cuenta de que algo en su pie no iba bien y al poco tiempo se operó del talón. Ahí fue cuando se empezó a complicar todo.

Después de numerosas lesiones, la vida vuelve a sonreír a Cazorla

Cuando le quitaron los puntos, la herida no paraba de abrirse y de infectarse.

Fue sometido a ocho operaciones. La infección del pie se comió diez centímetros del talón de Aquiles y los médicos le advirtieron de que existía la posibilidad de amputación. Tras varias operaciones más y mucho reposo, casi tanto como sufrimiento, el mediocentro pudo volver a jugar al fútbol y, lo más importante, salvar su pie.

La piel que perdió en el tobillo se la trasplantaron de su propio antebrazo, donde llevaba tatuado el nombre de su hija, India. Ahora lo luce por mitades en ambas partes del cuerpo.

Santi Cazorla tiene 34 años, es dos veces campeón de Europa con la selección española, ha vuelto a jugar el fútbol y es uno de los estandartes del equipo de sus amores, el Villarreal. La vida ha cambiado de rumbo para uno de los centrocampistas con más calidad de su generación. El fútbol le ha brindado otra oportunidad y Luis Enrique también.