La cerveza lleva miles de años acompañando la vida de los seres humanos, tanto en el ámbito social como en el individual. En la actualidad es una de las bebidas más consumidas en el mundo, la primera entre las que llevan alcohol.
Aunque la cerveza se bebe en cualquier época del año, con el buen tiempo aumenta su consumo debido a que el tiempo de ocio es más prolongado y, con el calor, ingerir bebidas refrescantes se hace casi imprescindible. Las conversaciones en una terraza agradable mejoran con una jarra de buena cerveza sobre la mesa. Además, beberla de forma moderada puede suponer algunos beneficios para la salud. Veamos cinco de los más significativos, sin olvidar que su consumo debe hacerse con moderación.
Retrasa el envejecimiento
Gracias a las propiedades antioxidantes de varios componentes de la cerveza (los ácidos fenólicos, polifenoles y flavonoides del lúpulo y la malta) las células tardan más en oxidarse y envejecer, por lo que ayudan a prevenir la aparición de enfermedades degenerativas, incluidas las neurológicas, como es el caso del Alzheimer.
Protege frente a la diabetes
Según el documento "Efecto preventivo y protector del consumo moderado de cerveza en la Diabetes Mellitus”, del catedrático de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla y representante de la Sociedad Española de Diabetes, Franz Martín Bermudo, los “componentes como la fibra soluble, los compuestos polifenólicos, los minerales y la baja graduación alcohólica actúan sobre los mecanismos y procesos que desencadenan la diabetes y sus complicaciones, si su consumo es moderado”.