El exceso de uso del plástico es una de los retos a los que se tiene que enfrentar la humanidad. Es un material que es muy útil para muchas cosas, imprescindible, pero la humanidad ha abusado de su utilización hasta rozar los límites de lo absurdo: la vida media de una bolsa de plástico de un solo uso es de 15 minutos, y sin embargo permanecerá en el planeta décadas y décadas. Se estima que en 2050 habrá más plástico que peces en el mar.
Cambiar algunos hábitos de vida puede suponer un gesto individual muy sencillo, pero un gran paso para la humanidad, y es posible aplicarlo a muchos y diversos ámbitos para vivir sin plástico, como en el baño.
El cepillo de dientes de bambú
El primer cepillo de dientes de cualquier ser humano vivo permanece todavía en el planeta, ya que tardan hasta 400 años en descomponerse por completo. El bambú es una alternativa barata y ecológica que tiene menos impacto en el medio ambiente.
Los cosméticos sin envases
Cada vez más marcas de cosméticos apuestan por hacer sus productos sólidos y libres de envases: champús, desodorantes, jabones, productos de cuidado facial... La variedad es interminable.
Utilizar la copa menstrual
La copa menstrual no solo permite reducir mucho la cantidad de residuos que se generan debido al uso de productos de usar y tirar, también es mucho más barata.
Volver a las cuchillas de afeitar clásicas
Las máquinas desechables duran poco en comparación con las que usaban nuestros abuelos, que solo necesitaban cambiar la cuchilla. Lo vintage está de moda, y además son más bonitas.
Bastoncillos de bambú
Es fácil encontrar palitos de los bastoncillos en la playa, y podrán encontrarlos los hijos de nuestros hijos. Pero además estos pequeños trozos de plástico son nocivos para la fauna marina. Mejor optar por bastoncillos hechos de cartón o de bambú, que se biodegradan mucho más rápido y no son tan perjudiciales.