El archipiélago de Okinawa está compuesto por 161 islas corales situadas al sur de Japón. Allí se da la mayor esperanza de vida del planeta. Las estadísticas indican que hay 34 centenarios por cada 100.000 habitantes y, además, llegan a esta edad en buenas condiciones de salud.

En el libro publicado en 2001 "The Okinawa Way", los doctores Bradley y Craig Willcox comprobaron que los habitantes del archipiélago tenían el colesterol bajo. Además, los infartos y el cáncer de mama y de próstata eran excepcionalmente bajos, lo que atribuyeron al consumo de vegetales locales y grandes cantidades de tofu y algas, ejercicio diario y un estilo de vida relajado.

Claves de la longevidad

Una dieta sana, basada en alimentos vegetales, especialmente frutas y hortalizas. Les gustan las coles, el tofu y los boniatos. Comen pescado tres veces por semana y su ingesta de sal es baja.

Actividad física. Los ancianos de Okinawa son granjeros, pescadores y jardineros. Hacen ejercicios aeróbicos diarios, trabajan en sus huertos y pasan mucho tiempo al aire libre, sintetizando la vitamina D, que fortalece sus huesos y la salud en general.

Vida activa y ocupada. Los okinawenses no se jubilan, sino que mantienen su actividad ayudando en la industria local o participando de las actividades de la comunidad. Un dato curioso es que dentro de las casas tienen poco mobiliario.

La comida la toman sobre tatamis en el suelo, por lo tanto se sientan y se levantan decenas de veces al día, lo que los mantiene ágiles y flexibles.

Sin estrés. Los viejos de Okinawa tienen un carácter tranquilo. Se mantienen serenos ante las adversidades, siempre con una sonrisa y una palabra amable, lo que ha terminado por denominarse como "el temperamento de Okinawa".

Formar parte de un moai. Los habitantes de Okinawa forman una red de amigos que se dan apoyo emocional y económico. De esta manera, se sienten útiles, valorados y seguros ante las adversidades.

Adoptar un ikigai. Un ikigai es un propósito de vida, aquello que da sentido a la existencia. Los ancianos de Okinawa se sienten útiles y necesarios para su comunidad, lo que repercute directamente en su beneficio espiritual y, por ende, físico.

La receta de la longevidad

El secreto de la longevidad es un estilo de vida saludable y la actividad física y mental diaria, tal y como nos demuestran los habitantes de Okinawa, que disfrutan día a día de los placeres sencillos de la vida y son un ejemplo para las generaciones jóvenes.

Sin embargo, las nuevas generaciones de okinawenses están dejando el estilo de vida tradicional por el estilo de vida occidental, proliferando el aumento del sedentarismo y las enfermedades crónicas, lo que indica que la longevidad de las generaciones anteriores es fruto de un estilo de vida saludable.