Tomar mucha agua
Sabemos que nuestro cuerpo necesita al menos dos litros de agua al día. El momento más adecuado para tomarla es antes de cada comida: desayuno, almuerzo y cena.
Comer de tres en tres horas
Comer poco en intervalos de tres a cuatro horas contribuye a aumentar el metabolismo, y esto será de gran ayuda en la pérdida de peso.
Ingerir más frutas
Comer más fruta durante el día, especialmente las que cuentan con gran cantidad de fibra, como la naranja, la piña, o el mango. Esto ayudará a la digestión. Además de tener muchas vitaminas, las frutas contribuyen a mejorar la absorción de hierro por el organismo.
Sustituir los bocadillos por algo más saludable
En vez de comer ese bocadillo lleno de ingredientes tan poco recomendables, tomar una fruta, un sándwich ligero con pan integral o un yogur bajo en calorías.
Comer menos alimentos grasos
No hay necesidad de cortar su ingesta por completo, pero con comerlos una vez a la semana es suficiente. En lugar de freír los alimentos, trate de cocinarlos en el horno.