Lleva un tiempo corriendo por WhatsApp un mensaje que nos anima a no tocar un círculo negro; como es sabido la curiosidad mató al gato...y si lo pulsas te cargas tu Whatsapp.

A primera vista te llevarás un susto de muerte; por fortuna tiene fácil solución, al salir de la aplicación las cosas vuelven a la normalidad.

En realidad no es un virus, es simplemente una broma pesada

Versión de otra que ya circuló por la aplicación de mensajería en 2014. En aquella ocasión el el circulo negro ocultaba una cadena de caracteres chinos que literalmente enloquecían Whatsapp.

Ahora la fórmula se ha refinado, tras pulsar el icono del círculo negro se dispara una secuencia Unicode que la aplicación es incapaz de asimilar.

La indigestión de nada menos que 6000 caracteres contradictorios deja a Whatsapp en estado de shock.

Los expertos en programación nos dan una explicación sencilla. Se utilizan fragmentos de código invisible que indican la dirección de lectura de una texto. Como sabemos hay idiomas que se leen de izquierda a derecha y otros de derecha a izquierda. Pues esta información se le proporciona al ordenador por medio de una secuencia de letras:

  • LRM: Left to right mark, marca de izquierda a derecha.
  • RLM: Right to left mark, marca de derecha a izquierda.

Ahora es fácil de comprender que si unimos 6000 de estos pedacitos de código y nada más, nuestro móvil se quede bastante descolocado.

Como hemos dicho las cosas vuelven a la normalidad saliendo de la aplicación, si esto no funciona la forma de que tu teléfono vuelva a estar operativo es reiniciar el dispositivo.

Otra alternativa

La otra recomendación de sentido común si nos encontramos un mensaje de este estilo es que no lo reenvíes. Es cierto que en este caso es solo una broma, pero somos demasiado dados a reenviar mensajes de los que no sabemos a ciencia cierta su procedencia.

Hoy es el círculo negro y mañana puede ser un software malicioso.

Hoy mismo los especialistas de ciberseguridad de Kaspersky han descubierto una campaña de ciberespionaje que aprovechaba la descarga de una aplicación aparentemente inocente. Se la conoce como ZooPark y llevaba varios años en funcionamiento, ha pasado inadvertida todo este tiempo proporcionando información sensible de los usuarios. El virus espía conversaciones de Whatsapp, datos de contactos e incluso imágenes de la tarjeta SD. Afortunadamente la incidencia se ha limitado a países de Próximo y Medio Oriente.