Un paso más en la lucha contra el Coronavirus, ha dado un grupo de científicos del Reino Unido. Esta vez, afirman llegar a la conclusión de que el fármaco dexametasona reduce las muertes en los pacientes ingresados en estado de gravedad y con ventilación artificial. En el grupo de enfermos que fueron tratados con dicho medicamento, se redujo en un tercio aproximadamente la mortalidad con respecto a los que recibieron cuidados estándar.
La dexametasona es un fármaco antiguo
La dexametasona es un fármaco creado hace alrededor de 60 años. Es un corticosteroide muy similar a una hormona que se produce en las glándulas suprarrenales de manera natural.
En muchas ocasiones, se utiliza para suplir la carencia de dicha hormona cuando el organismo no genera suficientes y es empleada como tratamiento efectivo contra ciertas formas de artritis, trastornos de la piel, la sangre, los riñones, las tiroides y los intestinos. Es muy efectiva también para alergias severas y el asma.
El ensayo clínico abarcó un gran número de pacientes
A lo largo de la investigación, la dexametasona se suministró en un gran número de pacientes. Exactamente 2.104 pacientes de la COVID-19 fueron beneficiados con el medicamento. Los resultados arrojados durante este ensayo fueron comparados con otro número grande de personas infectadas por el virus y que no recibieron dicho fármaco.
A diferencia de otros 4.321 personas que fueron atendidas de la manera estándar, a los que participaron en la investigación, se les procuró una dosis diaria de 6 mg de dexametasona. El medicamento fue administrado por vía oral o inyectado según lo requirieran los pacientes, por 10 días consecutivos hasta el pasado 8 de junio que concluyó en ensayo arrojando maravillosos resultados.
En el ensayo, la dexametasona se aplicó a pacientes con ventilación artificial y también a aquellos que no necesitaban un ventilador
Algunas conclusiones de la investigación sugieren que los pacientes en estado crítico con ventilación artificial, redujeron su riesgo de muerte de un 40 a un 28%. Esto quiere decir que, de ocho enfermos tratados con dicha gravedad, se podría salvar a uno si se tratan con dexametasona.
Estas estadísticas fueron esclarecidas por Martin Landray, profesor de Medicina y Epidemiología de la Universidad de Oxford. Otro conjunto de pacientes fue tratado también con el fármaco. En aquellos que no necesitaron nunca un ventilador o máscara de oxígeno, el medicamento no generó efecto alguno; pero en los que se empleó oxigeno complementario para ayudarlos a respirar, la mortalidad se redujo de un 25 a un 20% siempre que fueron tratados con dexametasona.
Esta investigación ha resultado un gran avance en la lucha contra el COVID-19
En palabras de Peter Horby, el científico al mando de la investigación, este medicamento “es el primer fármaco que ha demostrado que mejora la supervivencia al COVID-19”.
Él mismo y otros investigadores como Patrick Vallance, principal asesor científico del Gobierno, han mostrado su beneplácito hacia las conclusiones del ensayo y la han calificado como un gran avance para acabar con el coronavirus. Por su parte el secretario británico de Salud Matt Hancock, tras la publicación de los resultados arrojados por la investigación que lleva el nombre de Recovery, ha declarado que se iniciará inmediatamente a suministrar dexametasona a los pacientes contagiados por el virus en el país. La Organización Mundial de la Salud (OMS), demostró también su aprobación en un comunicado que hizo extensivo.