Como es bien sabido, dentro de los múltiples beneficios que aporta el sol al cuerpo humano está la producción de vitamina D, la cual tiene un importante impacto en el sistema inmunológico. Existen estudios que afirman que entre un 80% y 90% de esta vitamina es absorbida por la piel directamente por la exposición al sol. Pero, este no es el único aporte del astro rey para nuestro beneficio. Estudios recientes afirman que la influencia del sol en las denominadas células T o linfocitos T hace que estas se reactiven.

Investigadores del Centro Médico de la Universidad de Georgetown de los Estados Unidos, descubrieron que los bajos niveles de luz azul provenientes de los rayos solares, inciden sobre las células T, haciendo que estas se muevan más rápido.

Como lo indica Gerard Ahren, profesor en el Departamento de Farmacología y Fisiología y unos de los principales investigadores del estudio, las células T necesitan moverse, lo cual les permite llegar al sitio de alguna infección y, de esta manera, generar una respuesta para combatirla.

Dando una mirada al interior del estudio

El trabajo de investigación donde se estudiaron las células T, se llevó a cabo a través del aislamiento de un cultivo de células de ratón y de sangre humana, cuyos resultados arrojaron que la luz azul puede alcanzar la dermis, la segunda capa de la piel, haciendo que las células T allí alojadas, comiencen a moverse. Esta respuesta se da gracias a una sustancia llamada peróxido de hidrogeno, el cual es liberado por los glóbulos blancos al detectar una infección.

Ahora bien, la mejor manera de obtener todos los beneficios del sol sin correr riesgos, es tomándolo con conciencia. La mejor hora para exponerse al sol sin sufrir quemaduras es al amanecer y al atardecer, es decir, antes de las 10 de la mañana y después de las 16 horas; entre unos 10 a 15 minutos es suficiente, sin necesidad de usar cremas protectoras, dejando al aire los brazos, piernas, el rostro y la espalda.

Es importante acotar que en los días nublados, la radiación también traspasa las nubes, por lo que no hay que confiarse, es necesario tomar las previsiones correspondientes, como el uso de protector solar (FPS) mayor a 30 que bloquee los rayos UVA y UVB.

Otro punto importante es proteger a los más vulnerables, como lo son niños y ancianos, para quienes se aconseja el uso de ropa de telas ligeras, preferiblemente de colores claros, sombreros que cubran la mayor parte del cuerpo y que no se expongan al sol directo entre las 10 y las 16 horas.

Otros de los beneficios que brinda el astro rey, la estrella más cercana a la Tierra

Por su efecto antiinflamatorio, ayuda a combatir algunas de las Enfermedades dermatológicas. Ayuda a prevenir y controlar el acné.

Contribuye con la metabolización del colesterol. Disminuye la cantidad de sangre concentrada a través de la dilatación de las arterias, ideal para los hipertensos.

La luz solar disminuye los niveles de melatonina, que es la hormona encargada de los ciclos del sueño. Gracias a que promueve la síntesis de la serotonina, sustancia que genera una sensación de bienestar, hace que las personas se sientan con más ánimo.

El confinamiento, resultado de la proliferación del Covid-19, ha hecho que las personas se aíslen casi en su totalidad y es que si bien, el distanciamiento social en estos momentos es la mejor opción para evitar posibles contagios, no se puede dejar de lado otros aspectos importantes para la vida humana.

Mantener mente y cuerpo sanos a través de pequeños pero significativos pasos, los que algunas veces son considerados triviales, resultan de gran ayuda, aprovechando con responsabilidad los recursos que la naturaleza y el universo nos brindan.