Décadas después que iniciase la carrera espacial, Israel anuncia que enviará por primera vez una misión no tripulada a la luna, en el año 2019. La misión está a cargo de Spaceil y la Industria Aeroespacial de Israel, informó el Jefe de la expedición, Yigal Harel.

Para esta primera incursión se pondrá a prueba un curioso dispositivo, que es una sonda similar a un arácnido, construido hace seis años para la primera misión a la luna llevada a cabo por un país del Medio Oriente.

En años anteriores solo tres países han llegado a posarse sobre la base de la superficie lunar: Estados Unidos, Rusia y China, respectivamente.

El origen de la conquista espacial

La primera misión de Israel a la luna tiene como medio, una sonda que inicialmente fue parte de un proyecto académico de la Universidad de Tel Aviv, que se realizó para participar en el concurso de tecnología Google Lunar XPrize. Esta competencia ofrecía 15 millones de euros al equipo que lograse diseñar un proyecto espacial con el menor de los costos. Aunque no lograron posicionarse en ningún lugar de la competencia, el proyecto continúo desarrollándose.

El magnate Morris Khan fue quien posterior a la competencia de Google contactó a los estudiantes a cargo del proyecto y ofreció apadrinarlo con el financiamiento que requería la construcción de la sonda espacial. La primera cifra ofrecida fue por la suma de 10.000 dólares, prometiendo cantidades a futuro, en la medida que fuesen surgiendo resultados. Seis años más tarde, el monto estimado de inversión total del proyecto Spaceil alcanzó la barrera de los 80 millones de dólares.

Un viaje de América al espacio

Antes de su lanzamiento, el dispositivo será trasladado a la base de Cabo Cañaveral en Estados Unidos, a inicios del mes de noviembre. La idea es, preparar los detalles de su lanzamiento. La sonda será transportada a bordo del cohete Falcon 9, diseñado por la compañía Space X del magnate Elon Musk.

Según reseña Moon Daily, Yossi Weiss, uno de los fundadores del proyecto, percibe esta misión no como una muestra de poder, sino como una necesidad real de tener un plan de emergencia, en una época en que los recursos terrestres se agotan cada vez más rápido. El primer objetivo de la misión será medir el campo magnético de la Luna y su impacto en la vida terrestre. De la misma manera, se espera que la misión contribuya a despertar la curiosidad de jóvenes por la exploración espacial.