El paleontólogo, José Luis Sanz, afirma que una de las primeras hipótesis de la extinción de los dinosaurios fue que "Dios los había puesto en el mesozoico porque había poco oxigeno pero al crear los mamíferos aumentó el oxigeno y fueron metabolicamente aniquilados". A comienzos del siglo XX, "se consideraban bichos raros con estructuras inadaptadas que, finalmente, los condujo a la extinción" por no adaptarse al medio. Más tarde, se atribuyó a un "periodo de sequía con muchas charcas". "Propuestas absolutamente demenciales"- añade Sanz- "son las que hablan de plagas de orugas que se lo comían todo y no dejaron comida para los dinosaurios".

Sanz, que hizo estas afirmaciones en una conferencia en la Fundación Juan March, señala que "no hay ninguna evidencia de estas hipótesis". En 1982 un oftalmólogo explicó que "mamíferos y aves tenemos una proteína en los ojos que nos protege de la radiación solar y al no tenerlas los dinosaurios morían de cataratas". El profesor lamenta que hubo una época en la que, "cualquier área de la ciencia tenía su hipótesis sobre la extinción de los dinosaurios".

Extinción

Las causas de la extinción de los dinosaurios serían las mismas que acabaron con otros organismos, según explica Sanz. "Hay tres hipótesis que están muy bien contrastadas", recalca. "La de la caída de un meteorito; fenómenos de vulcanismo y cambios en los niveles de mares y océanos", constata el profesor.