Rosa Parks cambió con un gesto valiente la historia de Estados Unidos, la perseverancia de Nelson Mandela resquebrajó el sistema de segregación racial en Sudáfrica y Gandhi ayudó a la liberación del pueblo hindú del gobierno colonial inglés. El nexo entre ellos es la integridad para luchar por sus principios a pesar de la adversidad y de su posición, aparentemente, débil frente al poder.
Sus nombres pasarán a la historia con un, más que merecido, reconocimiento social; sin embargo, hay otros nombres de personas que hicieron grandes gestas sin obtener los honores para reparar su memoria y dignificar su legado.
Rodolfo Llopis fue dirigente socialista y pedagogo español, secretario general del Partido Socialista Obrero Español en el exilio, diputado en Cortes durante la II República y ministro de Instrucción Pública. No obstante, a pesar de su bagaje, su talante, su coherencia, su honestidad, su proyección internacional y la fidelidad a sus principios y sus ideas no ha sido distinguido con la suficiente estima como para elevar sus valores éticos, personales y morales, más allá, del estudio de los investigadores académicos o de las élites intelectuales.
La vida en el exilio
Esta fue una de las conclusiones del Documental/Coloquio celebrado en la sede del PSM-PSOE de Chamberí en Madrid sobre Rodolfo Llopis.
Alfredo Liébana, coautor del libro Rodolfo Llopis, pedagogo y político, y Manuel Simón, dirigente de juventudes socialistas y de la Ejecutiva del PSOE con Llopis, explicaron el trabajo desarrollado por el político socialista que salvó innumerables vicisitudes desde el exilio y en un contexto social y político complejo para mantener la estructura de organización desde el extranjero durante la Dictadura de Franco y hasta la legalización del partido socialista.
Llopis venció al aparato de propaganda franquista en el plano internacional
Uno de los grandes de logros de Llopis, al margen de mantener vivo el ideario de los socialistas, fue orquestar, junto a otros exiliados españoles una política de comunicación capaz de contrarrestar al aparato de propaganda franquista que contaba con medios ingentes comparado con los escasos recursos que tenían ellos en el extranjero.
Sin embargo, el ingenio, la inteligencia y la capacidad de estos hombres salvó todos los obstáculos para conseguir su objetivo con la finalidad de preservar los valores socialistas para que otra generación pudiera desarrollar en libertad y democracia políticas sociales bajo la premisa de la justicia social y de la igualdad.