Seguramente el título de este artículo haya llamado tú atención, puesto que no es para menos. Resulta que en Australia puedes llegar a ganar 50 dólares (unos 40 euros) por donar tus heces, lo cuál podría suponer unos 800 euros al mes en el caso de que donases unas cinco veces por semana. Sin duda alguna, es un trabajo de mierda muy bien pagado.
¿Cómo se realiza dicho trasplante?
La práctica del trasplante de heces se lleva realizando en Australia desde hace unos años,sirve para tratar la diarrea crónica y la esclerosis múltiple. Según The Huffington Post, dicha práctica consiste en transferir los microorganismos presentes en una muestra de las heces de un donante sano al intestino del enfermo, en donde las bacterias de la muestra sana se adhieren al tejido del intestino para remplazar aquellas que causan la enfermedad.
Los riesgos de ésta práctica, que principalmente podrían ser la transmisión de agentes infecciosos que enfermarán al receptor, son muy reducidos dado el riguroso trabajo previo de laboratorio que hay detrás, como el análisis de sangre, el estudio de la muestra y el cuestionario previo que se le realiza al donante para conocer sus hábitos alimenticios y su estilo de vida.
El Centro Australiano de Enfermedades Digestivas ofrece una buena remuneración por cada donación dado el éxito de la práctica, ya que en los últimos años se ha extendido considerablemente al presentar muy buenos resultados ante ciertas enfermedades.
En el caso de la diarrea crónica, muchos pacientes eran tratados con la administración de antibióticos que no ofrecían una solución tan eficaz, de hecho, un 10-20% de los pacientes volvían a presentar dichos síntomas y debían ser tratados nuevamente, llegando a tener que recurrir a la cirugía intestinal.
Es por eso que esta opción es la más recomendable al ser la que presenta un mayor porcentaje de éxito.
¿Quienes puede donar?
La selección de los donantes es bastante rigurosa, puesto deben evitarse riesgos que pudieran agravar el estado de salud de los receptores, por lo que antes de donar, se debe pasar un cuestionario para evaluar la condición de las heces, que van en función de los hábitos alimenticios así como del estilo de vida.
Por ejemplo, las heces de los donantes no pueden presentar restos de maíz, salchichas, jamón o marisco, además de que tampoco se puede donar si se está bajo un tratamiento de antibióticos.
El donante también debe estar en unos parámetros de peso saludable, además de estar dispuesto la realización de un análisis de sangre.